La directora xeral de Relacións Laborais, Elena Mancha, ha subrayado que durante el proceso de negociación del ERE de Vestas se identificaron «varias irregularidades» por parte de la empresa. Así, recuerda que se realizaron tres advertencias que reflejan la «mala fe» de la compañía.
En respuesta a una pregunta del PSdeG en la Comisión de Industria, ha puesto de ejemplo entre esas «deficiencias» la «rapidez» con la que la empresa quiso finalizar el periodo de negociación sin acompasarlo al funcionamiento de la mesa industrial para buscar comprador, puesto que Vestas «quier el cierre lo más rápido posible» para «salir de Lugo sin problema».
Aquí, recuerda que la decena de avisos que se realizaron en su día a Alcoa durante la negociación del ERE fueron «puntuales» en la sentencia del Supremo para la anulación del expediente. Espera que la demanda que se interpondrá en el caso de Vesta «llegue a buen puerto» y se «considere que es nulo» el despido colectivo.
En lo tocante al proceso de búsqueda de compradores, se ha remitido a la «confidencialidad» de las gestiones, si bien espera que ocurra algo similar al centro de Vestas vendido en Villadangos del Páramo, en Castilla y León.
Mancha también ha tenido reproches para el Gobierno central por enviar a las reuniones a funcionarios sin posición «de mando» y que «carecen de decisión».
Por su parte, Patricia Otero (PSdeG) apunta a la «mala fe» de Vestas, «mostrada ya» desde el momento que comunicó la decisión de cerrar, a pesar de tener pedidos en cartera, que aguarda «sea refrendada por los tribunales».
En su intervención, la diputada socialista ha reclamado medidas a la Xunta ante el «problema general» que vive la industria en A Mariña, pues ha remarcado que el Gobierno gallego tiene «competencias exclusivas en industria».