El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, ve necesario que la Xunta rectifique las partidas que dedica para la capital gallega en su proyecto de presupuestos para el año 2022, ya que entiende que se limita a actuaciones «de la propia» Administración autonómica y no reportan beneficios directos para los vecinos de la ciudad compostelana.
«No se pueden calificar de ilusionantes. No hay demasiados temas para Santiago y no hay ninguno nuevo», ha señalado el regidor santiagués durante la rueda de prensa celebrada este viernes en el Pazo de Raxoi, donde ha apuntado que «lo único destacable» del proyecto de cuentas es la ampliación del Hospital Clínico.
Una actuación en la que ha avanzado que el gobierno local colaborará «al máximo» aunque eso «genere críticas». Sin embargo, echa en falta proyectos para la ciudad o que se aumente el compromiso en cuestiones como el desarrollo del polo biotecnológico, para el que se reserva una partida que, según Bugallo, corresponde a la ayuda concedida el año pasado pero que se materializará en 2022.
Así, confía en que esta «falta» de compromisos pueda corregirse durante la tramitación de las cuentas en el Parlamento, si bien se ha mostrado poco optimismista al respecto. «Mantenemos abiertas las líneas de colaboración con la comunidad, pero no hay motivos para el entusiasmo», ha comentado.
«Se debe y pueden mejorar las inversiones en relación a Santiago como ciudad y municipio, no sólo en las instituciones que son de la Xunta y están asentadas en la ciudad», ha incidido el regidor socialista.
CONSORCIO Y CIUDAD HISTÓRICA
Cuestionado sobre los compromisos económicos con el Consorcio de Santiago, Bugallo ha apuntado que la entidad, en la que participan Xunta, Estado y ayuntamiento, «está viva» y con voluntad de «continuidad» expresada en el plan para el período 2021-32.
En todo caso, ha lamentado que «la única administración que no ha bajado la aportación en estos años» sea el ayuntamiento de la ciudad, preocupado especialmente por la «limitación» de recursos del Consorcio a la hora de hacer frente a cuestiones como el impulso del casco histórico.
Y es que, para el regidor, la zona vieja de Santiago se enfrenta a problemas como las dificultades para la continuidad de negocios por el precio de los alquileres o la existencia de un elevado número de inmuebles sin actividad «desde hace años e incluso décadas».
En este sentido, ha hecho una apelación a la Iglesia y la banca como «mayores propietarios» de los inmuebles que están vacíos en el casco histórico. «Tendrán que tomar decisiones respecto a ellos. Hay inmuebles de una extraordinaria calidad que llevan años cerrados», ha apostillado.
COLUMNAS DEL PAZO DE RAXOI
En cuanto a la prohibición a que visitantes y vecinos puedan apoyarse en las columnas del Pazo de Raxoi, sede del ayuntamiento y ubicado frente a la Catedral, el alcalde ha manifestado su sorpresa por que la decisión, adoptada en los últimos días, haya cobrado «relevancia nacional».
En todo caso, ha asegurado que por el momento no se impondrán sanciones y se aplicará «algo de pedagogía» para lograr el cumplimiento de la medida, algo que, reconoce, no se está produciendo.