La vicesecretaria de Organización del PP y presidenta de los populares de Navarra, Ana Beltrán, ha acusado este domingo al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, de no querer bajar el precio de la luz «digan lo que digan». Así, ha reclamado un adelanto de los comicios: «Si no tiene soluciones, elecciones».
Beltrán, quien ha acudido a Outeiro de Rei (Lugo) a apoyar a Elena Candia en su segunda proclamación como presidenta del PP en la provincia, ha denunciado que las únicas soluciones propuestas por el Ejecutivo estatal contra la subida de la factura han sido «medidas confiscatorias, interviniendo las empresas».
En contraposición, ha puesto las «medidas concretas» lanzadas por el PP para «bajar un 20 por ciento esa tarifa». «Mantener el IVA de forma permanente al 10 por ciento; utilizar los derechos de CO2, que son 2.000 millones, para reducir la factura; y traspasar a los Presupuestos Generales del Estado los costes no energéticos», ha desgranado.
La dirigente popular ha puesto el acento en que «la miseria energética es culpa de Sánchez» y ha reclamado elecciones: «Ya va siendo hora de que, quien no sabe, convoque a todos los españoles para que otro partido pueda dar las soluciones que no tiene».
«SEMANA NEGRA PARA EL ESTADO DE DERECHO»
Ana Beltrán también ha aludido a la «semana negra» que se ha vivido en España «para el Estado de derecho, para la democracia y para todos los españoles».
«Tenemos un presidente del gobierno que lo hemos visto genuflexo ante los intereses de los independentistas catalanes y genuflexo ante los intereses de los herederos de ETA, de Bildu y Batasuna», ha explicado.
«Hemos visto una mesa bilateral que es una ignominia y una indignidad porque vemos sentarse al presidente Sánchez de ‘tú a tú’ con el presidente de otra comunidad y lo más preocupante de esto es que no sabemos de qué hablaron. Requerimos que presenten las actas de esas reunión y nos digan de que han hablado», ha clamado.
También ha tenido reproches al Gobierno por no detener los homenajes al terrorista Henry Parot, con 39 asesinatos en su historial, e igualmente ha confesado que le «preocupa» el futuro de la factoría de Alcoa San Cibrao, en el municipio lucense de Cervo.