El popular Eduardo Parga ha vuelto este viernes a la Alcaldía de Malpica de Bergantiños (A Coruña) al prosperar una moción de censura contra el socialista Walter Pardo que ha sido apoyada por el concejal no adscrito, Alfredo Cañizo, exrepresentante de Ciudadanos en la Corporación.
La moción de censura, debatida en un bronco pleno iniciado a las 12,00 del mediodía y de más de dos horas de duración, ha quedado aprobada con siete votos a favor –seis del PP, formación mayoritaria, y uno del edil no adscrito– y seis en contra –cuatro del PSOE y dos del BNG–.
Tras las elecciones del 2019, el único concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento apoyó la investidura del socialista Walter Pardo y formó parte de un tripartito junto a PSOE y BNG. Cañizo fue expulsado de la formación naranja a las pocas semanas de aquella votación de investidura, pero formó parte del gobierno municipal hasta mediados de agosto. En las últimas semanas, arrancó negociaciones con el PP para devolver el bastón de mando a manos de Eduardo Parga, regidor entre 2011 y 2019.
El pleno extraordinario se ha celebrado en el Centro Cívico de Malpica por cuestiones de aforo y no ha estado exento de bronca debido a los gritos de las personas presentes entre el público y a los reproches personales lanzados entre miembros de diferentes grupos políticos. El edil popular Miguel Ángel Fernández Mirás, encargado de presidir la sesión, ha tenido que amenazar con desalojar la sala en numerosas ocasiones.
Fernández Mirás ha sido el encargado de leer el texto de la moción, en el que tanto los populares como el concejal no adscrito acusaban al ya exregidor socialista de «falta de liderazgo político» y de «prácticas antidemocráticas», al tiempo que prometían «un proyecto de regeneración política y social».
PARDO: «JAMÁS ME PERDERÁS, MALPICA»
El alcalde saliente, Walter Pardo, ha intervenido con una carta dedicada a su pueblo en la que ha manifestado, con la voz entrecortada, el «tremendo orgullo» de haber dirigido el municipio durante más de dos años. «Jamás me perderás, Malpica», ha garantizado el socialista, despojado del bastón de mando desde este viernes.
En este sentido, ha expresado el «dolor» que siente por las «manos de quién deja el Ayuntamiento», ya que considera que el PP no presentó una moción de censura, sino una «moción de la vergüenza». Además, ha acusado a los populares de acceder a los gobiernos locales a través de las «alcantarillas»: «La derecha piensa que los gobiernos son suyos, pero los gobiernos son de las vecinas y vecinos».
Y es que, tal y como ha explicado, el documento registrado por el PP consta de nueve folios «vacíos» y de «literatura barata» para los malpicanos, porque están llenos de «faltas de respeto» e «insultos». «No nombrasteis a ningún sector social y económico para justificar la moción de censura», ha esgrimido, con críticas también para el hecho de que el documento estuviese únicamente escrito en castellano.
No en vano, Pardo también ha querido reivindicar los más de dos años que lleva en la Alcaldía y, entre los largos aplausos del público, ha enumerado lo conseguido para el ayuntamiento durante su mandato.
EL NUEVO ALCALDE PIDE «ACEPTAR» LA MOCIÓN
Al respecto, el ya nuevo alcalde, Eduardo Parga, ha recordado que su grupo apoyó las obras acometidas por el anterior gobierno –«Porque creemos que las obras son todas beneficiosas para los vecinos», ha reseñado–. De hecho, ha lamentado que el socialista «echó abajo» trabajos iniciados por el PP en el anterior mandato.
Asimismo, el popular ha defendido que la moción de censura es algo que «está dentro de la misma ley» y un instrumento que hay que «aceptar», toda vez que el exregidor ya se encontraba en minoría.
«Lo que está claro es que, si para usted valía hace dos años el señor Cañizo –el edil no adscrito– y que en los despachos se sacase una mayoría y nosotros lo aceptamos y no hicimos ninguna parafernalia, usted ahora, con esta herramienta que es la moción de censura, debería también tener la dignidad de aceptarla e irse para casa», le ha reclamado a Pardo.
Interrumpido en numerosas ocasiones por gritos de personas del público, el popular ha insistido en una idea: «Creo sinceramente y profundamente que esta moción de censura para Malpica era necesaria».
EL CONCEJAL NO ADSCRITO SE DEFIENDE
Por su parte, el concejal no adscrito –ex de Ciudadanos–, ha defendido su trayectoria de «26 años en política» en Malpica y ha lamentado los insultos recibidos por parte de personas del público: «Yo simplemente estoy ejerciendo mi derecho democrático. No estoy cometiendo ningún delito».
El portavoz del BNG, Daniel García, también ha censurado que el texto de la moción estuviese redactado únicamente en gallego y se ha preguntado si fue Alberto Núñez Feijóo o Pablo Casado quien la escribió. No en vano, ha aprovechado para defender que el gobierno local, en el que los nacionalistas también participaban hasta este mismo viernes, se dedicó a «atender a la sociedad» del municipio durante la pandemia: «Unas veces acertamos, otras veces erramos».
PARGA: «UN DÍA IMPORTANTE PARA MALPICA»
Tras la votación, el alcalde entrante, Eduardo Parga, ha optado por la fórmula de prometer el cargo y ha pronunciado un discurso en el que ha dicho que este viernes «es un día importante para el Ayuntamiento de Malpica».
«Empezamos el mandato con dos años de retraso, pero eso no impide que mantengamos la misma ilusión y ganas de trabajar que en 2011», ha agregado, aun consciente del «poco tiempo» que tiene para sacar adelante sus proyectos. «Lo lograremos con tesón y trabajo», ha proclamado, refiriéndose además a la «estabilidad que tanto necesita» el municipio.
Parga también ha tenido palabras para el «gran tejido asociativo, cultural y deportivo» de Malpica y ha deseado que ningún negocio «tenga que cerrar por culpa de la crisis» derivada de la pandemia.