El titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado que su homólogo catalán, Pere Aragonès, no acuda a la cita de este viernes 30 en Salamanca, al considerar que se trata de «una descortesía» con sus compañeros autonómicos y «un error» que la Administración autonómica catalana «no esté sentada» con el resto y con el «primer ministro español», como se ha referido al presidente Pedro Sánchez.
«Me parece que es un error político y una falta de respeto a los catalanes, que no podrán estar en igualdad de condiciones con el resto de comunidades, que al menos nos vamos a enterar de lo que el presidente nos va a contar. Lo lamento, pero es así», ha sentenciado, antes de concluir que, en todo caso, esta decisión se enmarca «en la línea estratégica de apartheid que está planteando la Generalitat».
En declaraciones a los medios en A Gudiña (Ourense), ha asegurado que resultaría «muy sorprendente» que el que es «socio parlamentario» del Gobierno que dirige Pedro Sánchez actúe de este modo si no fuera porque ya se está «acostumbrado» a que «no acuda cuando le llama» para este tipo de cumbres pero «sin embargo le vote y le dé estabilidad parlamentaria» cuando es de su «interés».
«Esta asimetría es un problema para el conjunto de España, porque cuando un Gobierno se deja humillar por su socio, al final nos están humillando a todos», ha dicho Feijóo, quien ha recordado que, en la fase más dura de la pandemia o «cuando necesitan protocolos, que le arropen o dinero», los representantes políticos catalanes sí que acuden a este tipo de reuniones.
Así se ha pronunciado en un contexto en el que más presidentes autonómicos se han quejado de las pautas seguidas por Sánchez para convocar la cita de Salamanca. De hecho, la madrileña Isabel Díaz Ayuso afirmó esta semana que la del viernes sería su última Conferencia de Presidentes hasta que estas pasen a ajustarse al reglamento.
«REUNIÓN INFORMAL»
También su homólogo gallego se ha reafirmado este martes en sus críticas y ha insistido en que en Salamanca «no va a haber una Conferencia de Presidentes», sino «una reunión de presidentes con el presidente del Gobierno, que es una cosa distinta».
Como argumento, ha insistido en que «no» se ajusta al reglamento, que «exige reuniones preparatorias, un orden del día pactado, documentación que circule con antelación y propuestas de resolución o acuerdo».
Como ejemplo, ha comparado la situación con la del pleno del Congreso, cuya convocatoria debe seguir unas pautas, y ha esgrimido que «si la presidenta invita a los diputados a ir a la cámara y deja intervenir cinco minutos a cada portavoz, esa es una reunión informal en el Congreso, no un pleno».
Así las cosas, ha concluido que, aunque Galicia «por supuesto» que asistirá, porque «siempre» que se le ha convocado en citas similares lo ha hecho, es consciente de que «no» irá a una Conferencia de Presidentes, sino «una reunión informal». «Es un formato más distendido y ocasional, pero no vamos a adoptar acuerdos porque no hay ninguno», ha zanjado.