El exministro socialista y presidente del Real Patronato del Museo del Prado, Javier Solana, ha reivindicado este martes los valores del Camino de Santiago en un «momento histórico» para Europa y el panorama internacional.
Así, ha apelado a la importancia de «seguir trabajando lo más consensuadamente posible» y «seguir juntos» en aras de los «ideales» que llevaron a la creación de la Unión Europea.
El histórico socialista intervino de forma telemática en la jornada ‘Santiago: fin de un Camino resistente a la pandemia’, organizada por la Asociación de Periodistas de Galicia (APG) junto con el Ayuntamiento compostelano en el Auditorio Afundación de la capital gallega.
Solana ha recordado que el Camino «es la cuna» y una de las primeras instituciones que cuenta con el sello de ser una infrastructura «histórica» de la UE. En este sentido, ha destacado los valores que lleva consigo la ruta jacobea para recordar que «nadie puede dejar de mirar al frente» y que el Camino «sea un símbolo de seguir juntos» y «en la misma dirección».
Solana ha recordado su vínculo con Galicia y el propio Camino, «uno de los sitios más hermosos de España» y que descubrió gracias a su «gran amigo» el también socialista Xerardo Estévez.
CONTEXTO COMPLICADO
En este sentido, ha aprovechado este «símbolo» de unidad y concordia para referirse al contexto que vive Europa en la actualidad en un siglo XXI que arrancó con diversos momentos clave, en particular el 11-S, la deriva antiterrorista que arrastró consigo y la entrada de China en la Organización Mundial para el Comercio.
Solana se ha referido a las relaciones de tensión protagonizadas por el expresidente Donald Trump contra China y ha trasladado su preocupación porque el nuevo mandatario, Joe Biden, mantenga «la misma tónica» contra este territorio.
El exministro ha insistido en la importancia de «hacer todo lo posible» para que los europeos tengan una «relación sana» con EE.UU. y lograr que las relaciones entre ambas potencias sea «la mejor posible», bien a través de la cooperación o la competición, pero nunca mediante la confrontación.
«El tercer pilar debe ser la UE», ha reivindicado, para defender que la acción tiene que jugarse a partir de la «solidaridad», sobre todo tras una pandemia en la que se ha demostrado el potencial científico a la hora de lograr una vacuna contra la Covid-19.
HACER FRENTE A LA DISPARIDAD
Ahora, ha añadido, el mundo debe hacer frente a la «disparidad» y la «desigualdad» en el acceso y distribución de este bien tan «escaso» (las vacunas), puesto que «a todos nos afecta el mal por igual», y ha advertido «va a generar heridas profundas» en la sociedad en caso de que no se cambie el planteamiento.
«Tenemos que salir de este enorme problema que tenemos», ha insistido pero también con «conciencia de solidaridad» entre los propios países de la UE, para recordar que este momento «muy difícil» también llega «cargado de esperanza» con ese avance «extraordinario» de la medicina internacional.
En todo caso, ha rechazado que cuestiones como el ‘Brexit’ pongan en peligro el futuro de Europa y ha señalado que el Reino Unido debe llegar «a un acuerdo de verdad» para mantener unas buenas relaciones con la UE, en lugar de apostar «por una posición privilegiada» con EE.UU. que no «le va a salir». «Yo creo que si Biden tuviera que elegir entre Reino Unido y UE no tiene duda. Es la UE».
En este sentido, ha apelado a la «gran conferencia» de la UE que se prevé hacer este mismo año para definir las cuestiones «que quedan» pendientes todavía y ha defendido que se trate de un evento abierto a «la mayor participación posible», y no únicamente conducida por primeros ministros.
Así, ha apelado a «seguir cumpliendo con las obligaciones como ciudadanos» puesto que «la pandemia no acabó», y ha llamado a «ser generosos» y «tratar de construir y salir de este camino oscuro», puesto que la parálisis es «catastrófica» para la política.