La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, asumirá la vicepresidenta tercera del Gobierno en la consumación de su nuevo liderazgo al frente de Unidas Podemos tras ganar popularidad a través de la gestión de su cartera, en la que ha apostado por el diálogo social y el acuerdo con agentes sociales.
Con la futura salida del Gobierno del hasta ahora vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, para ser candidato a la Comunidad de Madrid, Díaz se erige como el máximo referente de Unidas Podemos. Y es que su relevo era un asunto que se llevaba planteando desde hace meses con discreción por parte de un grupo reducido de dirigentes del espacio político.
A ello ha contribuido el situarse como la ministra mejor valorada del socio minoritario del Gobierno y su creciente popularidad entre el electorado de izquierda.
REFERENCIA DENTRO DE UP
Su ascenso al liderazgo del socio de coalición del PSOE se consumó tras la profunda reflexión abierta en Unidas Podemos ante el terremoto político que supuso en primer lugar la moción de censura en Murcia y, sobre todo, el adelanto electoral en Madrid decretado por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso.
Iglesias decidió asumir en sus espaldas la «responsabilidad» que suponía revertir la tendencia que apuntaba a un Ejecutivo regional de PP y con apoyo de Vox, tras una profunda evaluación sobre nombres de primer nivel para dar la batalla en Madrid (llegando a sonar con fuerza otros ministros como Alberto Garzón o incluso Irene Montero).
Eso sí, Iglesias también avanzó que Yolanda Díaz debía ostentar el nuevo liderazgo (ya había planteado que el relevo al frente de UP debía ser femenino) y por eso la propuso como vicepresidenta, lo que la convierte en la principal autoridad a la hora de negociar medidas con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su socio de coalición, aunque los contactos frecuentes con el PSOE también recaen en la secretaria de Estado para la Agenda 2030 y futura ministra, Ione Belarra, y la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Como ministra ha impulsado medidas para evitar los efectos del coronavirus, como la prolongación de los ERTEs, y diversos acuerdos con los agentes sociales, que han evidenciado su dedicación por el diálogo social como vía de avances sociales y laborales.
El último es el alcanzado con CCOO y UGT y las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme para regular la situación laboral de los trabajadores que reparten o distribuyen cualquier producto a través de plataformas digitales, conocidos como ‘riders’, según han informado las tres partes en un comunicado conjunto. También lo logró anteriormente en otros campos como la regularización del teletrabajo.
PERFIL MÁS DIALOGANTE PERO FIRME
La futura vicepresidenta se ha granjeado un perfil dialogante y conciliador, aunque en el seno de Unidas Podemos también destacan su firmeza a la hora de entablar una negociación. Mientras en el ala socialista creen que su figura podría servir para suavizar las tensiones internas que se han vivido hasta ahora entre los socios o, al menos, para que estas se desarrollen con menos ruido.
No obstante, ha tenido encontronazos con la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, con quien además ha protagonizado importantes pulsos dentro del Gobierno, como el de la derogación de la reforma laboral.
ABOGADA LABORALISTA CUYA CARRERA POLÍTICA SE FORJÓ EN GALICIA
Nacida en la localidad coruñesa de Fene en 1971, Díaz es licenciada en Derecho y tiene un Máster en Recursos Humanos, otro en Relaciones Laborales y otro en Urbanismo, ejerciendo como abogada laboralista. También ha sido diputada en el Parlamento gallego y concejala de Ferrol entre los años 2003 y 2011.
En su etapa política en Galicia encabezó la lista de candidatos de Esquerda Unida de cara a las elecciones de 2012 celebradas el 21 de octubre de 2012, en las que tuvo como asesor a Pablo Iglesias. Desde entonces, ambos mantienen una estrecha amistad como destacan en el seno de Unidas Podemos.
Actualmente es militante del Partido Comunista de España y se dio de baja el año pasado como militante de IU, que lidera el titular de Consumo y compañero en el Consejo de Ministros, Alberto Garzón.
Tras las elecciones a la Comunidad de Madrid, está previsto que la formación pilote con mimo todo el encaje de Díaz en su nueva faceta de líder de Unidas Podemos y empezar a abordar el debate sobre los procesos que deriven en su confirmación como futura candidata a los comicios.
La idea es que Iglesias continúe como secretario general de Podemos aunque en las filas del espacio confederal rechazan hablar de bicefalia, dado que la sintonía entre ambos es «absolutamente evidente» y la «unidad de acción» está garantizada, dado que ahora la cohesión en Unidas Podemos es fuerte.