La conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, invitó a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) a sumarse y al contenido y demandas de la carta abierta remitida por los gobiernos de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León a los ministerios de Transición Ecológica y Agricultura para frenar la inclusión del lobo en el listado de especies silvestres en régimen de protección especial.
La Xunta destaca en un comunicado que ya son diez las comunidades autónomas que apoyan el escrito, entre ellas País Vasco, Madrid o Andalucía, y que trasladan su respaldo a los territorios situados al norte de Duero.
Vázquez pidió, así, a la Fegamp que traslade el contenido del manifiesto a los municipios gallegos para que puedan saber de primera mano los motivos por los que la Xunta pide al Estado que reflexione sobre las consecuencias de esta decisión.
También avanzó que la Xunta intentará la adhesión de otras administraciones, organismos y colegios profesionales para buscar apoyos al reconocimiento de las comunidades para gestionar el lobo ibérico pero desde el respeto al mundo rural, la coexistencia y la convivencia.
CRÍTICAS DE LIBERA
Por otro lado, el senador de Compromís, Carles Mulet, ha avanzado el registro de una enmienda a la totalidad contra la moción que el Partido Popular pretende aprobar en la Cámara Alta para tratar de paralizar la inclusión del lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
Esta proposición se produce en respuesta al ‘populismo irresponsable’ de los conservadores y defensa exacerbada de la caza de lobos como fórmula de gestión, en una iniciativa plagada de «medias verdades» que «choca frontalmente» con las advertencias europeas y su Directiva Hábitats sobre conservación de la biodiversidad.
Por su parte la Asociación Animalista Libera, que ha colaborado en esta contrapropuesta, ha lamentado que el PP use la Xunta de Galicia como «su hórreo particular», empleando la institución para dar voz «solo a una ultraminoría procaza mientras ignora las decenas de miles de firmas y las voces expertas que propugnan la protección estatal del lobo».