El BNG ha vuelto a mostrar su rechazo a la reforma de la ley de salud de Galicia, cuya aprobación definitiva se prevé abordar la próxima semana en el pleno de la Cámara, por considerar que recorta «derechos y libertades» al tratar la pandemia como «un problema de orden público» sin reforzar el sistema sanitario. «Supone un estado de alarma semipermanente sin ningún tipo de control», advierte.
Así lo han denunciado en una rueda de prensa ofrecida este viernes en la sede del Bloque en Santiago la diputada autonómica Iria Carreira y la responsable comarcal de la formación, Elvira Cienfuegos.
En su intervención, Carreira ha denunciado que el Partido Popular de Galicia tramita esta reforma normativa por la vía de urgencia para evitar el diálogo con las partes y los profesionales, «limitando la posibilidad de debate y de llegar a acuerdos».
Además de una «marcada opacidad y oscurantismo» en la tramitación, la diputada del Bloque ha advertido de que esta modificación legislativa pretende «limitar y restringir derechos fundamentales» de los gallegos sin que ni siquiera exista una «limitación temporal clara» para las medidas que se contemplan aplicar.
En esta línea, ha criticado que tampoco se recoja ningún mecanismo de rendición de cuentas en lo que considera que supone la aplicación de un «estado de alarma semipermanente sin ningún tipo de control». «No busca mejorar la salud de los gallegos, no se recogen medidas destinadas a mejorar el sistema sanitario», ha incidido.
Además, ha censurado que, en un contexto en el que «la mayor parte de los gallegos acataron con enrome responsabilidad las medidas», el PP «tilde a toda la población de sospechosa» y pretenda hacer de «comportamientos puntuales y minoritarios la norma».
«Lo que se pretende es solucionar una crisis sanitaria como si fuese un problema de orden público», ha censurado la parlamentaria del BNG, que critica que se intente resolver el problema con «medidas puramente restrictivas y punitivas».
Además, ha puesto en cuestión que la norma no incluya medidas para intervenir sobre las residencias de mayores, «muchas de las cuales están en manos de multinacionales», a pesar de que «fueron el principal foco de mortalidad en esta pandemia».
«FALTA DE PLANIFICACIÓN»
La parlamentaria del BNG ha censurado, asimismo, la «falta de planificación sanitaria» que, según ha señalado, se demuestra en la unidad de cuidados intensivos de Santiago, donde «los profesionales llevan más de una docena de semanas en huelga».
Así, ha criticado que las obras de mejora previstas por la Xunta para la unidad contemplen una «reducción del número de camas en este servicio, que pasan de 15 a 12».
«Desde el BNG consideramos que la crisis sanitaria necesita medidas realmente sanitarias», ha sostenido antes de reclamar medios, recursos y profesionales para un sistema sanitario «debilitado» por los «recortes» del Partido Popular.
Por último, ha considerado necesario recuperar las áreas sanitarias comarcales «suprimidas por el PP», un sistema de rastreo «eficiente» que permita atajar la transmisión de la enfermedad, así como la apuesta con por la investigación pública, con «condiciones laborales dignas.
«Estamos viendo como la covid-19 supuso una gran prueba de estrés para el sistema sanitario», ha indicado Carreira, que ha denunciado también que se realizaron «600.000 consultas menos», «3.000 operaciones menos» y «20.000 pruebas diagnósticas menos». Una cuestión que, conforme ha señalado, motiva que se reduzcan las posibilidades de un diagnóstico precoz en enfermedades como el cáncer.