El jefe de Ginecología del hospital de Verín (Ourense), Javier Castrillo, se ha desplazado este viernes a Vigo para declarar ante Inspeccion en el marco del proceso administrativo que le abrió el Sergas a raíz de un desencuentro que tuvo hace un año –en pleno conflicto por el cierre del paritorio, después reabierto– con una pediatra.
Los hechos se produjeron cuando la pediatra estaba de guardia en el hospital comarcal y decidió que había que trasladar a un recién nacido a Ourense, a lo que se opuso el ginecólogo.
En su declaración de este viernes, según el propio Castrillo ha explicado a Europa Press, se ha reafirmado en que no encuentra en el marco de este desencuenro «ningún motivo de peso» para encuadrarlo «en una falta grave» que podría dar pie a una sanción de inhabilitación durante dos años.
El ginecólogo rechaza haber «faltado al respeto» a su compañera y ha trasladado que la entrevista de este viernes fue «cordial». «Ahora toca esperar porque supongo que tomarán declaración a los testigos que consideren», ha indicado.
RESOLUCIÓN PENDIENTE
Por plazos, el expediente podría quedar resuelto en febrero. Los dirigentes de la Xunta, con el presidente, Alberto Núñez Feijóo al frente, han negado que se «persiga» a Castrillo por haber sido una de las caras más visibles en la defensa del paritorio de Verín, y alegan que se tramitó la denuncia de la pediatra.
Sin embargo, esta, pese a reconocer que tuvo un enfrentamiento con el ginecólogo y asegurar que este cuestionó su decisión ante los padres del bebé –que finalmente fue trasladado a Ourense–, aseguró en su declaración que el paso de denunciar no lo dio inicialmente «a iniciativa propia» sino que, tras trasladarlo a su jefe de servicio y este abordarlo con la Gerencia, se lo «pidieron».