El Ayuntamiento de Pontevedra apoyará «todas las medidas» que se apliquen en la lucha contra el COVID-19 «para reducir la movilidad de las personas, favorecer la detección del virus e impedir su transmisión», ha asegurado el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, que ha calificado de «positivas» las nuevas restricciones ordenadas por la Consellería de Sanidade. No obstante, Fernández Lores ha dudado de que un confinamiento perimetral «de dos días sirva para algo».
«Es duro tomar medidas», ha admitido el regidor local, «pero aquí estamos ‘a ver si’ y cada vez es peor», ha advertido. Precisamente, Pontevedra suma en las últimas horas ocho nuevos casos y alcanza los 337 positivos.
Para el alcalde de Pontevedra, «inevitablemente esta pandemia va a tener unas repercusiones económicas nunca vistas en el último siglo», por lo que ha insistido en que «tomar medidas tímidas lo único que va a hacer es prolongar la crisis».
En este sentido, Miguel Anxo Fernández Lores ha recordado que los expertos recomiendan confinamientos de 10 a 15 días de duración y ha puesto como ejemplo de la gestión los países asiáticos que «tienen más experiencia con pandemias anteriores» y a China en particular, cuya economía «ya está creciendo».
«Cuando confinas una población para que el virus no se mueva estás pudiendo compensar ese confinamiento porque económicamente es una parte parcial del presupuesto de un país o de un estado», ha esgrimido. Por el contrario, ha añadido el alcalde, «cuando confinas todo un estado te metes en un guirigay que no tiene salida».
MARÍN
Por su parte, su homóloga de Marín, María Ramallo, ha señalado que las principales incidencias durante las primeras horas desde la entrada en vigor de las nuevas medidas han sido las «llamadas y las dudas» planteadas por parte de la ciudadanía sobre las consecuencias de estas restricciones que, haciendo un llamamiento a «que la gente restrinja al máximo su capacidad de movimiento» y salga «a lo imprescindible» hasta el martes «aunque haga buen tiempo, y se lo pongan sencillo a la Policía, porque es muy difícil controlar».
Precisamente, ante un «fin de semana delicado» en el que el Gobierno local de Marín ya había «intensificado el turno de trabajo y la plantilla» de la Policía Local para el dispositivo de afluencia a los cementerios, con la entrada e vigor del confinamiento perimetral se realizará un operativo especial de coordinación entre las Policías Local y Policía Nacional con el propio ayuntamiento.
Así, habrá controles policiales de carácter informativo durante el viernes, pero «más estrictos» a partir del sábado y «especialmente» en los límites administrativos con los ayuntamientos de Bueu, Vilaboa y Moaña, que no están afectados por el confinamiento perimetral y para los que es necesario contar con una causa justificada para entrar o salir; no así en el caso de Pontevedra, al estar también afectada por las restricciones de movilidad.
Ramallo ha insistido en «acentuar» la incidencia del virus en los entornos familiares, donde «se relajan» las precauciones sanitarias, por lo que ha pedido que los grupos de convivientes «no tengan relación con otros colectivos».
Marín cuenta actualmente con 65 casos activos, ocho más que en la pasada jornada, y tiene contabilizados 158 contactos en seguimiento por contacto estrecho con un caso positivo. Con este panorama, la alcaldesa estima que «probablemente» el cierre perimetral se mantenga a partir del martes, cuando se revise la situación.
POIO
A diferencia de Marín, con dos hospitalizados, los 52 casos positivos registrados en Poio -tres menos que la pasada jornada- están guardando cuarentena en sus domicilios y cuentan con 140 personas en seguimiento. «La transmisión es importante», ha señalado el alcalde, Luciano Sobral, que ha destacado su «preocupación porque el sistema sanitario haga crack».
«Comprendo que la situación económica es complicada, especialmente para los pequeños empresarios y los autónomos», ha añadido el regidor local, «pero hay que tratar de salir de esto», por lo que ha hecho un llamamiento a «frenar» la situación evitando las reuniones entre familiares y amigos por ser los entornos donde se producen «los contagios más importantes».
El ámbito de movilidad permitido en el caso de Poio abarca únicamente los ayuntamientos de Pontevedra y Marín, mientras que las restricciones de circulación afectan en relación a los municipios limítrofes de Sanxenxo, Barro y Meis. «Quiero pensar», ha explicado Luciano Sobral sobre la premura con la que se han anunciado las medidas, «que lo han hecho pensando en los desplazamientos a los cementerios desde otras poblaciones», por lo que el operativo municipal vigilará que en los camposantos «la gente esté separada».
De cara al fin de semana, Sobral ha confiado en que sea «tranquilo», aunque no ha descartado que haya «confusión» en la ciudadanía. En este sentido, la Policía Local de Poio será la que asuma «el peso del trabajo» en los controles, con el apoyo de los voluntarios de la agrupación de Protección Civil, y en contacto con la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Sobre la eficacia de las restricciones, el alcalde de Poio ha coincidido con su homólogos de Marín y de Pontevedra en que «tal y como están las cosas, todo apunta a que todo esto se prolongue» más allá del martes.