El Ayuntamiento de Vigo reforzará la vigilancia sobre el uso de mascarillas en espacios públicos y sobre el cumplimiento de todas las restricciones para controlar la pandemia de coronavirus, y reducirá aún más los aforos en espacios municipales.
Así lo ha trasladado el alcalde, Abel Caballero, en una rueda de prensa celebrada después de la reunión del comité municipal de seguimiento de la pandemia.
A la vista de los rebrotes y el incremento de casos activos de COVID-19, el regidor ha anunciado que se reducirán aún más los aforos en espacios municipales, como salas de exposiciones y museos, y en eventos como las bodas que se celebran en el Pazo de Castrelos (se fijará un máximo de 25 asistentes en el interior del edificio).
Asimismo, y ya a partir de este fin de semana, se reforzará la vigilancia sobre el cumplimiento de medidas como el uso de las mascarillas en la vía pública, la prohibición de fumar si no hay distancia interpersonal, o la prohibición de aglomeración de personas en la calle o locales.
A ese respecto, Abel Caballero ha insistido en que «está terminantemente prohibido» beber en la calle si no es una terraza o mesa habilitada, en alusión a la habitual concentración de clientes de locales situados en zonas como el entorno de la Concatedral. «No se pueden vender bebidas para ser consumidas en una plaza», ha advertido.
En esa línea, ha asegurado que el Ayuntamiento y la Policía Local permanecerá «muy vigilantes», especialmente con los «recalcitrantes» que perseveran en los incumplimientos, y ha proclamado que «si hay que multar, se multará». «Tomémonoslo en serio, esto no es una broma», ha zanjado.