La emergencia sanitaria de la COVID-19 ha centrado este sábado la tradicional Ofrenda al Apóstol Santiago, en la que el rey Felipe VI ha recordado a las «miles de víctimas» de la pandemia y ha elogiado el «impagable sacrificio de los ciudadanos» que, ha añadido, deben mantener la «unidad» para «afrontar las consecuencias sociales y económicas» que todavía restan del coronavirus, una cuestión ante la que también ha apelado a una Europa «solidaria».
El monarca ha presidido, junto con la reina Letizia, la tradicional Ofrenda que cada 25 de julio se realiza ante el Apóstol Santiago y que, en esta ocasión, ha querido hacer personalmente al igual que ya ocurrió en 2014, al año siguiente del trágico accidente de Angrois.
Ha sido en el marco de un acto diferente tanto por las medidas de protección derivadas de la pandemia de la COVID-19 como por la propia ubicación. Un año más, la celebración ha tenido lugar en la Iglesia de San Martiño Pinario a causa de las obras en la Catedral, y, en esta ocasión, no ha contado con el tradicional saludo a las autoridades ni pase de revista a las tropas en el Obradoiro.
Además del obligado uso de la mascarilla y la distancia de seguridad, la COVID-19 también ha estado presente en la propia Ofrenda que ha realizado el Rey, en la que ha elogiado la capacidad de los españoles para «dar respuesta a los desafíos» como este.
Felipe VI ha admitido que las problemáticas a las que se enfrenta ahora España «son enormes» y «no solo afectan a la salud o a la economía», si no «también a la confianza de las personas en el futuro que, para muchos, puede dejar de ser un hogar acogedor para convertirse en un horizonte incierto».
«La crisis sanitaria provocada por la COVID-19 deja miles de víctimas cuyo recuerdo debe acompañarnos por siempre, y también situaciones angustiosas por el confinamiento», ha dicho el Rey, que ha tenido también palabras para «el impagable sacrificio de los ciudadanos en todas las esferas de actividad», que han «combinado la entrega sin límites con una profesionalidad extraordinaria».
Ahora, ha recordado, es necesario «mantenerse diligentes y prudentes ante el virus», así como «afrontar las consecuencias sociales y económicas de la pandemia» con una «unidad profunda en torno a los valores compartidos» y en base a la «búsqueda del bien común».
UN «ESFUERZO COMÚN»
Durante su alocución, Felipe VI ha llamado a los españoles a enfrentarse a esta situación con un «esfuerzo común» similar al que se «produjo en otras encrucijadas» de la historia nacional y teniendo en cuenta que «las ideas de fraternidad y unidad» son las que «mueven» a los pueblos «hacia grandes logros».
«Hoy, ese logro consiste en ser capaces de aminorar el impacto de la crisis, sin merma de la solidaridad entre personas y territorios que los españoles consagramos en nuestra Constitución», ha dicho el monarca, que ha elogiado como, en los momentos «más agudos» de la pandemia, «españoles geográficamente distantes se sintieron unidos en una causa común».
Por ello, ha apelado a profundizar en ese espíritu de «concordia» para afrontar el futuro, un camino en el que ha mencionado también al «proyecto europeo», que «tiene una de sus más antiguas cunas en el Camino de Santiago».
MEDIDAS SOLIDARIAS DESDE LA UNIÓN EUROPEA
La Unión Europea, ha dicho Felipe VI, es «sin duda, la construcción política, social y económica más importante de la historia» y afronta hoy en día una etapa en la que «no cabe la fragmentación».
Por ello, ha añadido, su «principal reto» en estos «tiempos de incertidumbre» es «salvaguardar esos valores y consolidar y avanzar en ese proyecto compartido», para responder «con prontitud» a los efectos de la crisis con «medidas solidarias» que permitan a los miembros «seguir caminando juntos con mayor seguridad y solidez».
El Rey, que ha leído parte de la Ofrenda en gallego, ha agradecido también el compromiso de Galicia con «el autogobierno» y con la España «diversa y plural», así como con «el pleno desarrollo de la democracia pese a las dificultades de los últimos meses».
Finalmente, ha reivindicado el valor cultural y tradicional de este acto y de la figura del Apóstol. «Hacemos esta ofrenda en representación de un pueblo que ha realizado grandes gestas, grandes aportaciones al mundo y que, al mismo tiempo, ha sabido superar las adversidades que el destino le ha deparado», ha finalizado.