El Ayuntamiento de Santiago estudia presentar un recurso extraordinario de revisión ante el Tribunal Supremo para «volver atrás» el proceso sobre la propiedad de las estatuas del Pórtico de la Gloria, obras del Mestre Mateo –Isaac y Abraham–, después de que la Audiencia Provincial de Madrid diese la razón a la familia Franco.
Según ha explicado este lunes en rueda de prensa el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, el Ayuntamiento ha presentado recurso de casación ante el Supremo por esta sentencia, dado que tenía de plazo hasta el día 23, pero sopesa sustituir este recurso por uno extraordinario –para lo cual tiene tres meses de plazo– por infracción procesal al encontrarse nueva documentación que «no pudo ser aportada en los procedimientos anteriores».
El alcalde explica que presentar un recurso de casación y otro extraordinario es «incompatible», por lo que para el extraordinario sería necesario «retirar» el de casación.
De este modo, se estudiará si se apuesta por el extraordinario con el fin de retrotraer el proceso, puesto que estos datos salidos de archivos privados y públicos «prueban, sin ningún género de dudas, que las esculturas fueron adquiridas por el Ayuntamiento de Santiago». Así, estuvieron en la Corporación «hasta 1954 o 1955», y «en 1955 aparecen en Meirás sin que exista ningún procedimiento conocido o documentado por el que acaban cambiando de un sitio para otro».
«Entendemos, a la luz de los datos que estamos recibiendo, que el Tribunal Supremo tiene que ordenar la revisión de este procedimiento», asegura, al haber «información nueva» –pone de ejemplo los datos encontrados por el historiador Francisco Prado-Vilar–.
«No tenemos ningún género de dudas de que aquí se produjo una apropiación indebida de un bien patrimonial público y un posterior blanqueamiento de esa apropiación indebida», sostiene.
NO FUERON DESAFECTADAS DE LO PÚBLICO
Además, Sánchez Bugallo explica que al ser un bien patrimonio público, las estatuas tendrían que haber sido «desafectadas del uso público para ser privatizadas», lo que «es evidente que no pasó».
Por ello, pone de ejemplo que el Ayuntamiento podría haberle transferido las estatuas al Estado, «pero en ningún caso a un privado» sin estar desafectadas.
En primera instancia la jueza señalaba que no quedaba probada la posesión de las estatuas por parte del Ayuntamiento, mientras tras recurso la Audiencia de Madrid cambió la argumentación y aseguró que no está demostrado que sean las mismas piezas en propiedad de los Franco.
A este respecto, el regidor compostelano sentencia que está «absolutamente claro» que se trata de «las mismas estatuas». Además, recuerda que la defensa de la familia Franco se basaba en la usucapión –un concepto del derecho romano para tener una propiedad por tenencia prolongada en el tiempo–, pero resalta que no puede aplicarse al ser «un bien público».
«Alguien llamó a alguien y le dijo: ‘eso quedaría muy bien en Meirás y me gusta mucho’; y alguien dijo: ‘pues faltaría más’, lo empaquetó y lo mandó», opina.
En otro orden de cosas, sobre la petición del BNG de reclamar la vuelta a Santiago del patrimonio local que está el Museo Arqueológico de Madrid, el regidor ha dicho que «ya se verá».