El Ayuntamiento de Pontevedra ha cerrado un preacuerdo económico verbal para la adquisición del convento de Santa Clara, que ascendería a unos 3,2 millones de euros.
El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, ha confirmado que el Gobierno local «tiene encarrilada la compra» del inmueble, que incluiría las edificaciones, zonas verdes y muro perimetral pero no bienes y elementos como retablos o el órgano, cuyo destino aún está siendo objeto de negociación.
«Este es uno de los anuncios que más orgulloso me hace sentir como alcalde porque trabajamos por la ciudad, por el bien común, por la conservación del patrimonio y mejoramos los equipamientos para los pontevedreses y pontevedresas», ha señalado, para considerar que una operación «de esta envergadura solo la puede llevar a cabo un gobierno con experiencia, estabilidad y solvencia».
Lores también ha asegurado que la congregación de las Clarisas y de la Iglesia «están muy ilusionadas de que el convento pase a manos públicas y quede para uso y disfrute de la ciudad de Pontevedra».
El alcalde ha calificado la compra de Santa Clara como «una gran operación urbanística a la altura de la que pudo ser a mediados del año 1.800, de la mano de Alejandro Sesmeros, cuando incorporó la Alameda y las Palmeras a la trama urbana».
Fernández Lores ha explicado que el proceso administrativo arrancará «en estos días y podrá tener una duración de unos meses» y ha insistido en que «es un acuerdo muy bueno para Pontevedra», aunque «la negociación fue dura y firme por las dos partes».
El proceso de diálogo comenzó a finales de 2017, cuando el propio Miguel Anxo Fernández Lores, acompañado por el anterior concejal de Patrimonio municipal, Vicente Legísima, se desplazó a Santiago de Compostela para reunirse con las responsable de las Clarisas, un proceso que después continuaron, en el presente mandato, la concejala Anabel Gulías y el concejal Xaquín Moreda.
ESTUDIO EN PROFUNDIDAD
Además del proceso administrativo, el Gobierno local comenzará a trabajar en un estudio en profundidad, tanto topográfico como taquimétrico y histórico-arqueológico que de las claves sobre la futura dedicación de este equipamiento.
«Tiene que ser público, al servicio de los pontevedreses, y no descartamos negociaciones con otras administraciones, especialmente con la Diputación provincial», ha añadido el alcalde.