El Gobierno y la Xunta han acordado, en una reunión junto a la Diputación coruñesa y los ayuntamientos de Sada y A Coruña, colaborar para abrir el pazo de Meirás a las visitas «contando la verdad del paso de Franco con perspectiva democrática» y abordando también la figura de la escritora Emilia Pardo Bazán.
Así lo ha expuesto la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, tras una reunión, de algo más de hora y media, en la Delegación del Gobierno en Galicia, con las distintas administraciones interesadas en el destino y posibles usos del inmueble.
Al encuentro, han asistido el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, acompañado del conselleiro de Cultura, Román Rodríguez; el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso; el alcalde de Sada, Benito Portela y la regidora de A Coruña, Inés Rey. También ha participado el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada.
Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ha vuelto a reivindicar que el pazo «vuelva al patrimonio» de la Comunidad y se gestione por la Xunta, ha abogado por «recuperar la esencia de ese pazo».
«La esencia de la figura de Pardo Bazán sin ocultar para nada que durante varias semanas al año el dictador Franco pasó allí sus vacaciones y esa parte de la historia de España». Mientras, Sada ha pedido completar el inventario de bienes y crear un «consorcio o una fundación» con participación de las administracines implicadas, además de asumir la gestión de las visitas.
A su vez, el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, ha apelado a recuperar la «memoria histórica», aunque también ha coincidido en la necesidad de reivindicar el papel de Emilia Pardo Bazán.
«FARO DE LA IGUALDAD», PARA LA XUNTA
Pese a que en su intervención Feijóo ha incidido más en reivindicar la figura de la escritora gallega y convertir el pazo en un «faro de la igualdad», ligado a la figura de Pardo Bazán, ha precisado que sería sin «blanquear que allí veraneó algunas semanas al año Franco». «Sin ignorar o borrar el hecho de que durante varias semanas era su residencia veraniega».
De la reunión, la vicepresidenta ha explicado que se ha planteado buscar «alguna fórmula jurídica» que permita, mientras no hay un pronunciamiento definitivo por parte de la justicia sobre la devolución del inmueble, «sacar adelante la preservación y conservación del lugar», ha resumido.
Al respecto, ha señalado que una comisión de trabajo integrada por técnicos comenzará la próxima semana a trabajar para «construir el concepto de cómo contar esas visitas con un relato propio», ha dicho frente al vigente en la actualidad con la Fundación Francisco Franco.
Por otra parte, ha señalado que la intención es que en el plazo de «cinco o seis semanas» se pueda abrir a las visitas del público contando la historia atendiendo «a la memoria democrática y la verdad». Además, ha avanzado la intención de abrirlo más veces, frente a las cuatro al mes que había actualmente para las visitas.
Sobre la gestión en estos momentos, ha incidido en el acuerdo de hacerlo, por el momento, de forma participada las distintas administraciones «con las competencias que tiene» cada una.
Al respecto, Feijóo ha argumentado que entiende que la «tutela» la pueda asumir la comunidad autónoma, pero ha insistido en que habrá un grupo de trabajo para definir las cuestiones pendientes. Por otra parte, ha asegurado que, mientras exista un pleito por la propiedad, no es posible la cesión a la Xunta. Con todo, ha recalcado en que el objetivo es ahora «trabajar juntos».
BIENES
Por otra parte, en la comparecencia de la vicepresidenta también se la ha preguntado sobre los bienes del pazo. De ellos, ha dicho que habrá que esperar a poder acceder al interior del inmueble, pero ha avanzado, a preguntas de los periodistas, que si se determina que debería estar algún bien y el Gobierno tiene «el título legítimo» emprenderán las acciones judiciales necesarias.
Antes, la vicepresidenta ha ensalzado la labor de aquellos que lucharon por «la memoria de este país» y para que el pazo sea «patrimonio público», aludiendo también al trabajo hecho a este respecto por el Ejecutivo.