Las probabilidades de una recesión económica que afecte también a las pensiones no es una idea que se pueda descartar. Así se puede deducir de las declaraciones ofrecidas por personas vinculadas al Movimiento por la Defensa de las Pensiones Dignas. La diferencia con la crisis que comenzó en 2008, estiman que ahora el Gobierno hizo una intervención rápida frente a una indecisión y luego un recorte de las pensiones por parte de los ejecutivos de Zapatero y Rajoy.
Otra cuestión es convencer al resto de la sociedad que con las pensiones se pueden crear puestos de trabajo, que un sistema público de residencias no tendría que ser un coste adicional para la sociedad. Esto redundaría en beneficio de sectores de la sociedad hasta el momento muy afectados por las recesiones económicas.
¿OTRA CRISIS?
“Si se produce una crisis ahora será por estar en casa sin producir, si no prestamos servicios, no creamos riqueza” dice el economista Xavier Pérez Davila. Sin producción no hay ingresos, no hay consumo y la economía acaba chirriando por todas partes. Las soluciones que se pueden adoptar vendrían por una parte de la investigación y descubrimiento de una vacuna y también de las políticas públicas que se adopten.
Volviendo a las consecuencias para las pensiones, el hecho de afrontar una nueva recesión ahora mismo “no supondría tocar el arca de las pensiones, ahora se ha dado una respuesta rápida” dice Victoria Portas, experta en Seguridad Social y Relaciones Laborales. Esta no es una situación igual a la de 2008. “Las pensiones de abril cogerán al país más endeble, y debemos tener en cuenta que la recuperación llevará tiempo».
“Debemos tener en cuenta que en el Gobierno del Estado existen posiciones a favor de medidas neoliberales y posiciones contrarias” dice Francisco Vázquez, médico retirado y miembro de MODEPEN. Para Vázquez existe un pulso social que acabará según lo que se ponga sobre la mesa. “No podemos volver otra vez a lo de 2012, volver a la tentación de recortes sobre las pensiones”.
PENSIONES, ¿DINERO PERDIDO?
La idea más recurrida sobre el futuro de las pensiones es la de que el envejecimiento de la población llevará a retrasar la edad de jubilación. Esto se aplicará para mantener el flujo monetario que se traducirá luego en pensiones. ¿El envejecimiento es tan nocivo para las propias pensiones? “Ni por asomo, si este fuera un país civilizado se aprovecharía esta coyuntura para la creación de más puestos de trabajo en el sector” dice Francisco Vázquez.
“Las pensiones deben estar dentro de un sistema social más amplio” dice Xavier Pérez Davila. El economista señala que durante la crisis de 2008, las pensiones y subsidios hicieron de freno manteniendo una cierta demanda que sin ellas sería imposible. “Si en Galicia tenemos 700.000 pensionistas, tenemos unos ingresos garantizados para crear demanda”.
Pérez Davila además, explica que la creación de un sistema enteramente público de residencias tendría un doble beneficio para la economía gallega. Por una parte, los usuarios y usuarias estarían atendidos, sino de manera gratuita, sí con una aportación mínima. Esta red de centros en cuanto empleo, “beneficiaría en cuanto creación de empleo y reducción de personas dependientes a cargo de las familias”.
La Carta Social Europea declara que la pensión mínima digna debería suponer por lo menos el 60% de la renta media de un país. Con todo “la renta no había debido bajar del Salario Mínimo Interprofesional” dice Pérez Davila. En España, aun no se derogou el decreto que incrementaba la cuantía de las pensiones un 0,25% por año. Pedro Sánchez había anunciado su súba según el IPC, aun así, su primera actuación fue una subida general del 1,6% y de un 3% las pensiones mínimas. De momento, y con la COVID-19 aún en activo, las medidas aún están en el aire.