-¿Qué sensación tiene ahora mismo como presidente de la CEG luego de un período largo sin una presidencia sólida en la confederación?

Lo más importante para mí es que vengo con ilusión y ánimo gracias al consenso y apoyo que he recibido desde la asamblea general. Entiendo que sí había una sensación agridulce por parte de los empresarios, pues somos esenciales, por eso insisto en que el consenso es esencial. El gran objetivo es defender los intereses de los empresarios a través de la CEG que para mí es la institución esencial para su representatividad e interlocución. Después de asumir la presidencia intento llevar adelante un modelo participativo con una estructura fuerte y un modelo vivo y no presidencialista. El modelo vivo es donde el presidente tiene la visibilidad pero detrás de mí hay mucha gente trabajando. Así, en el primer comité ejecutivo y directivo de la CEG el próximo 8 de febrero, se buscarán los nombres de una serie de personas relevantes del mundo empresarial entre aquellos que tengan libre disposición. Esta debe ser la casa de los empresarios para buscar algo fundamental de cara al futuro que es la competitividad del sector empresarial gallego en el mundo.

-¿Siente algún tipo de responsabilidad por el “trabajo atrasado”, por los proyectos paralizados dentro de la CEG?

Mi responsabilidad es buscar la unidad empresarial y ser la voz de los empresarios. La CEG continuó trabajando todos estos años, con altos y bajos y con una imagen a veces no deseada, pero yo vengo a promover la actividad, presencia y participación de la Confederación y su dinamización. Además de eso, procurar que la solución de los problemas de las empresas y su competitividad sean mi ideario. No tengo ningún impedimento que venga de atrás, yo miro hacia adelante y ahora mismo debemos trabajar a mayor velocidad.

-Habló de una reunión para el día 8 de los órganos directivos para buscar gente que ocupe diferentes puestos. ¿Cuál es el perfil que busca para ocupar esos puestos organizativos?

Aparte de los puntos que los estatutos de la CEG señalan, como son las confederaciones provinciales y sectoriales, etc., intentaré que dentro de la Confederación estén empresarios con fuerte presencia en Galicia. Procuraré que estén en la Xunta Directiva, en el Comité Executivo y en el Consello Asesor. Creo que debe salir de los mismos empresarios las preocupaciones y los problemas de sus empresas en relación a su competitividad para que se canalicen a través de la CEG.

Esta debe ser la casa de los empresarios para buscar algo fundamental de cara a el futuro que es la competitividad del sector empresarial gallego en el mundo

-Debido a la pandemia hay sectores económicos, como la hostelería que pasan por unos momentos muy difíciles. ¿Desde la CEG cuáles serían las medidas o proyectos que quieren impulsar para sectores económicos afectados por la crisis de la pandemia?

La CEG debe tener un papel muy activo en estos momentos para apoyar a los sectores más vulnerables al impacto económico provocado por la pandemia. Debe haber ayudas para mantener la actividad y sobre todo, disponer de liquidez para mantener los negocios en el actual contexto. Ahí están los autónomos, el textil, la hostelería y muchos más. Creo que las ayudas deben durar mientras dure la pandemia y por tanto, las medidas deben combinarse entre apoyos directos; como por ejemplo con la hostelería; y una concesión de créditos en condiciones flexibles para acercar esa liquidez a los sectores más afectados y con más dificultad con acceso al crédito. Es imprescindible la continuidad de los ERTES por fuerza mayor, ahora mismo están aprobados hasta el 31 de mayo, para empresas con la necesidad de mantener parada a actividad el mínimo mientras dure la crisis. Esto es indispensable desde mi punto de vista si se pretende mantener la supervivencia de las empresas dentro de la situación actual. Ayudas directas, aplicación de ERTEs y mejor trato impositivo por parte de las administraciones con la reducción o exención de los impuestos que sean de su competencia. Algunas administraciones retrasan los pagos de imposiciones pero no están realizando ninguna exención. Y por último, los gobiernos deben transmitir confianza y credibilidad con sus decisiones.

-Cuando dice gobiernos, ¿quiere decir todo tipo de administraciones?

Todos, provinciales, autonómicos, locales y central. Debe haber una proporcionabilidad cuidadosa y ser previsibles. No se pueden tomar decisiones repentinas que generen confusión y alarma. Todas estas medidas deben ser complementarias y acumulables. Es muy importante preservar y proteger el tejido empresarial y el empleo de las personas.

La CEG siguió trabajando todos estos años, con altos y bajos y con una imagen a veces no deseada, pero yo vengo a promover la actividad

-¿Los fondos de la UE ayudarán a reflotar por lo menos a las tres cuartas partes del abanico empresarial de Galicia?

Para contestar a esto debería conocer el montante total que asignarán a Galicia. En diciembre de 2020 el Parlamento Europeo dio luz verde a los fondos para la reactivación y la finales de diciembre, el Ministerio de Hacienda indicaba como quedaban repartidos estos presupuestos entre las comunidades. A Galicia le tocarían 441 millones, el 4,4% del total. Desde la CEG ya denunciamos públicamente la discriminación que esto supone para Galicia. Nuestra comunidad debería salir mucho más beneficiada. Si no se cambia este reparto sufriremos, lo mismo que con el PGE, los efectos de una decisión unilateral del Gobierno que atiende a criterios políticos premiando a comunidades incumplidoras con el déficit, y nosotros cumplimos con ese déficit. Desde mi punto de vista, los fondos europeos tratan de “sobrevivir y continuar”. Creo que los fondos deben llegar a las empresas. Son fondos finalistas para hacer frente al daño previsto por la COVID. Esos fondos son como una oportunidad única y dinamizadora del tejido empresarial. ES importante además que las PYMES, que son la esencia de nuestro tejido empresarial, puedan acceder a los fondos de reconstrucción, que pueden sumar 150.000 millones de euros. Es importante que llegue a todo el mundo y para eso hace falta un diálogo con los empresarios estableciendo canales desburocratizadores para poder presentar proyectos, además del apoyo institucional.

-¿Por qué tipo de administración apostaría para la gestión de los fondos, local, autonómica o estatal?

Tiene que ser conjunta. Yo tengo experiencia con los fondos marítimo-pesqueros, donde está la UE, el Estado y este reparte entre las autonomías que hacen la gestión de los mismos. En el caso de los fondos europeos para la reconstrucción debe ser igual, toda vez que el papel del empresario debe ser crucial. La Xunta de Galicia envió un documento previo con 108 proyectos en el mes de octubre para optar a las ayudas de los fondos. Todos esos proyectos son interdepartamentales en economía verde, digitalización y otros son para las administraciones. Si queremos avanzar desde las empresas debemos apostar por digitalización, economía verde o reindustrialización. Todo esto finaliza en abril, todavía queda tiempo, pero el campo de juego debe ser muy claro, porque de momento las reglas del juego no está perfiladas, solo hay intenciones.

Creo que las ayudas deben durar mientras dure la pandemia y por tanto, las medidas deben combinarse entre apoyos directos

-¿De que manera se hará oír la CEG sin que sea apartada por otros organismos o entidades, bien públicas o privadas, en el momento de acceder a los fondos de resconstrución?

Tenemos claro que debemos ser la voz de los empresarios a nivel de la Xunta y de la Administración del Estado. Hemos previsto una reunión con el delegado del Gobierno, porque la Administración del Estado debe jugar un papel importante. Aparte, debe saber que las CCAA son quienes tienen un contacto más directo con las empresas del entorno. La CEG va a jugar un papel importante en mejoras tecnológicas, medioambientales y de economía circular en las empresas y otros sectores. La distribución de manera territorial debe ser así, con propuestas potentes y competitivas, en uno reparto por proyectos. Por tanto, debemos presentar proyectos muy buenos, con una masa crítica importante de empresariado. Así pues, desde la CEG ayudaremos a salir de esta crisis sin precedentes y que las empresas vean en estos fondos una oportunidad de cara al futuro y a nivel internacional. Buscamos entonces una colaboración interempresarial.

-¿La extensión del Año Santo al 2022 aportará fuerza al sector del turismo?

Claro está que este primer trimestre y semestre serán de muchas dificultades. A medida que avance la vacuna en términos de horizonte temporal y se reduzcan las restricciones a la movilidad, el Xacobeo tendrá un tirón exponencial. Mientras tanto, tenemos que tirar de las medidas como los 75 millones que sacará la Xunta. El Xacobeo es un evento con gran potencial, el mejor vendrá el año 2022. Después de once años sin Año Santo, ahora vienen tres casi sucesivos, el 2021, 2027 y el 2032. Debemos poner la masa crítica durante este 2021 para tener un 2022 muy bueno y que el 2027 y 2032 sean también buenos.

-¿Si ahora pudiera hacer “ tabula rasa” sobre el tejido empresarial gallego, cuáles serían los sectores por lo que apostaría en firme?

Hay un cambio estructural que se está creando debido a esta pandemia pues asentará una nueva normalidad. Sectores como investigación y limpieza, porque los avances en investigación son clave para salir de la crisis. No parece que sea puntual. La limpieza y desinfección acabaron por visibilizarse y ya se le ha dado la importancia que representa. Otro será la logística y comercio online, también la formación online, software de gestión y de RRHH. Otro sector que saldrá reforzado será el ocio y entretenimiento a través del audiovisual y telecomunicaciones. Después, el sector medioambiental y el de las energías con la transición energética, la economía verde saldrá reforzada. Y luego el sector campo-mar-alimentario que cubre las necesidades de los consumidores para suministrar los centros comerciales. La alimentación es fundamental con todas las medidas sanitarias y de seguridad. Este último es un sector estratégico para la vida de las personas.

Es importante además que las PYMES, que son la esencia de nuestro tejido empresarial, puedan acceder a los fondos de reconstrucción

-¿Qué cuestiones querría tener resueltas en el período de gracia de los 100 primeros días?

Ya tendré resueltas varias cuestiones. El día 8 de febrero, que tenemos Junta de la CEG, espero que queden marcadas muchas cosas. En estos días resolveremos el nombramiento de cargos internos de la Confederación, los presupuestos 2020-2021, equilibrar la cuestión financiera y la transparencia de la misma. En definitiva una organización dinámica y transparente, cosa que se conseguirá con las personas que incorporaremos.

-Después de un largo período de “interinidad” en la presidencia de la CEG, ¿cree que la imagen de la Confederación está “tocada”?

Creo que de cara a la sociedad y al mundo empresarial sí que estuvo tocada. Creo que ahora hay una CEG que ha renacido, aunque nunca paró de trabajar con todos las dificultades que había. Creo que todo esto va a acabar y de cara el futuro intentaremos con unidad y trabajo buscar lo mejor para el sector empresarial gallego. Buscaremos la competitividad de las empresas gallegas mediante el diálogo con la Xunta de Galicia y con los agentes sociales. El que tratamos de buscar es un modelo participativo y con una estructura representativa y promoviendo la mayor presencia y participación, un modelo vivo y abierto la incorporaciones futuras, con debates y discusiones para tomar decisiones donde exista el mayor respeto a la lealtad institucional. Eso lo conseguiremos porque todo el mundo apuesta por esa idea.

-Otro tema eran las diferencias entre las distintas confederaciones provinciales. ¿Se ha llegado a una fase de consenso entre el empresariado gallego?

En este momento sí, y puedo decir por qué, porque he dialogado con todo el mundo. Además muy rápidamente y en pocas semanas. La realidad es que la votación en la asamblea general fue casi de un 89,9% a favor. Creoque realmente ese dato es el mayor que se produjo en la CEG, en toda su historia, eso significa consenso y unidad. Todos están por dejar las reyertas anteriores y trabajar por el más importante. También se buscó una persona de consenso y yo son una persona de consenso. Yo hice el que hice por un acto de compromiso empresarial y de valentía para conseguir una organización fuerte y representativa.

-Con la salida del Reino Unido de la UE, ¿cuáles son las cuestiones pendientes para el empresariado gallego después del Brexit?

Creo que el acuerdo del Brexit fue bueno porque por lo menos hemos estandarizado las relaciones UE-Reino Unido. Las empresas gallegas que operan en ese destino deberán adaptarse a nuevas exigencias derivadas del Brexit. Se abrió una nueva oficina para orientar las empresas dentro del nuevo marco. El Reino Unido es el cuarto destino en el mundo de las exportaciones gallegas. La Xunta puso en marcha el “cheque brexit” para que las empresas gallegas tengan apoyo de consultoría y diagnóstico. Uno de los sectores más perjudicados es la pesca. Ahí pedimos una estrategia común para defender la flota del Gran Sol y la flota de Malvinas que quedó fuera del acuerdo. La Xunta pidió tener representación propia junto con el Gobierno central en la mesa de pesca de la UE como en la del Reino Unido, para que se oigan los intereses gallegos. No debemos dejar de exponer nuestras reivindicaciones sobre el Brexit para el sector pesquero. Las condiciones actuales durarán cinco años y medio y por tanto de cara al futuro debemos saber negociar con el sector defendiendo sus intereses junto con nuestras administraciones. Otros sectores que se ven afectados por el Brexit son el de la automoción, el alimentario o el textil. El Consejo Económico y Social señala dos sectores tocados, la exportación de ropa e importación de pescado. Aun así, en relación al motor el Reino Unido no está entre los destinos preferentes para la fabricación de automóvil de Vigo.

Creo que ahora hay una CEG que ha renacido, aunque nunca paró de trabajar con todos los atrancos que había

-Sobre las infraestructuras internas gallegas, ¿cuáles son los puntos que le gustaría ver solucionado al empresariado gallego?

De entrada a AP-9 y su transferencia. Tengamos en cuenta que los conductores de Galicia dejan cada año 150 millones de euros en peajes. La rebaja de los peajes es una mejora económica, además hay que levantar el peaje entre Vigo y Redondela. Luego tenemos el AVE a Galicia, ahí el presidente del Gobierno de España se comprometió delante del presidente de la Xunta que estará en servicio en el segundo semestre del 2021. No sé si llegaremos, hay que intentar agilizar los plazos y que esto salga adelante. Después está la conexión del puerto exterior de A Coruña y la salida sur de Vigo, dos infraestructuras estratégicas para el corredor atlántico de mercancías. Y también retomar el AVE Lugo-Ourense porque acumula grandes retrasos. Ahí es necesario impulsar todas esos temas que están pendientes. También hay temas más provinciales, como la autovía 76 Ourense-Ponferrada, de vital importancia para Valdeorras y Ourense, la autovía noreste de Portugal para conectar con la estación AVE de A Gudiña o la terminal de mercancías del polígono de San Cibrao das Viñas y el impulso del corredor atlántico con fodos Next Generation.