Galicia ha trasladado su rechazo y desacuerdo a la orden publicada por el Ministerio de Educación por la que se establecen las directrices de acción para el tercer trimestre. La conselleira del ramo, Carmen Pomar, ha acusado a la ministra Isabel Celaá de «eludir» su responsabilidad y sus competencias, al dejar en manos de las comunidades y los directores los requisitos de promoción y titulación del alumnado.
Pomar ha remitido una misiva a la Celaá para trasladar su desacuerdo con las directrices publicadas en el BOE en la que, que «desoye las peticiones» de la comunidad gallega en sus alegaciones y «no fija unos criterios claros para la promoción y titulación del alumnado.
La flexibilización deja la decisión final en manos del equipo docente, con lo que se está «incumpliendo las funciones que tiene constitucionalmente atribuidas» el Ministerio de Educación, puesto que «no garantiza la igualdad de todo al alumnado en los diferentes territorios».
Educación ha defendido su «lealtad institucional» al departamento de Celaá en las circunstancias actuales, pero ha reprochado los pasos dados en las últimas semanas. «Entendemos que eso no les da carta blanca para utilizarnos como respaldo a sus decisiones».
En este sentido, Pomar ha trasladado su confianza plena «en la profesionalidad» de los docentes gallegos, pero ha considerado «insuficientes estas instrucciones», cuya «falta de concreción» descarga una «presión innecesaria» en los profesores a mayores de la que ya soportan a causa de esta crisis sanitaria y social.
La Consellería también ha avanzado que el lunes remitirá a los centros gallegos las instrucciones autonómicas, en el marco de las directrices determinadas por el Gobierno central.
PROMOCIÓN
La orden ministerial firmada por Celaá, que entra en vigor este sábado, permite a las comunidades autónomas competentes flexibilizar los criterios de evaluación, promoción y titulación «sin tener en cuenta limitaciones que afecten al número de áreas pendientes».
Las directrices se enmarcan en una premisa de evaluación «global» del alumnado ante las circunstancias «extraordinarias» de este final del curso, con más de ocho millones de estudiantes de enseñanzas no universitarias siguiendo las clases a distancia confinados en sus hogares.
Los estudiantes promocionarán de curso y la repetición se considerará una medida de carácter excepcional, que se adoptará en todo caso de manera colegiada por el equipo docente en función de la evolución académica del estudiante durante el periodo previo a la suspensión de la actividad lectiva presencial.