Aseguran que Galicia «parece haber dado órdenes expresas» de que los pacientes «vayan a hospitales de campaña» y no a centros privados
MADRID / SANTIAGO DE COMPOSTELA, 3 (EUROPA PRESSS)
La Alianza de la Sanidad Privada Española ha informado de que sus centros y sus UCI disponen todavía de camas libres para acoger pacientes y ha apostado por derivar a estos hospitales «todo el resto de las afecciones o patologías» que estén en curso en este momento para «liberar» a los medios públicos y que éstos se centren en la crisis del COVID-19.
Según la entidad, actualmente, sus hospitales registran 5.200 pacientes hospitalizados en activo, han detectado 12.500 positivos con coronavirus, y tienen 610 pacientes en unidades de cuidados intensivos (UCI), aunque su capacidad permitiría albergar allí hasta 2.200 pacientes más.
Frente a esto, han subrayado que les «llama la atención» que «algunas comunidades autónomas hayan decidido levantar infraestructuras provisionales de contingencia para atender la presión de ingresos de los afectados por el coronavirus, cuando disponen y no emplean de los recursos de la sanidad privada».
En el caso de Galicia, apuntan, la comunidad «parece haber dado órdenes expresas recientes de que los pacientes vayan a hospitales de campaña y no a centros sanitarios privados», denuncia ASPE.
La plantilla a disposición de la crisis en centros sanitarios con internamiento es de 93.000 profesionales, entre sanitarios y sociosanitarios, explica la asociación. Además, la infraestructura a disposición a nivel nacional es de 52.000 camas de carácter general y 2.800 de UCI.
«Hacemos un llamamiento a todas las regiones para que empleen a fondo toda nuestra capacidad instalada allí donde sea necesario, en lugar de levantar hospitales de campaña, porque estamos completamente convencidos de la capacidad de trabajo conjunto de una sanidad única y porque el mejor aprovechamiento de nuestra dotación irá en beneficio de los afectados por el Covid-19», ha señalado Carlos Rus, presidente de la patronal.
La patronal aboga por derivar a la privada todo el resto de las afecciones o patologías que en este momento estén en curso con internamiento hospitalario o en urgencias, de forma que se liberen las infraestructuras de la sanidad pública para hacer frente a la crisis y se minimice el riesgo de contagio de otros pacientes.