Galicia cerró el año 2019 con la tasa de abandono educativo temprano más baja desde que existen registros, un 12,6%, lo que implica que el sistema educativo gallego redujo esta tasa en más de un 50% en una década.
Así lo ha informado la Consellería de Educación en un comunicado, en el que ha destacado que, con estos datos, se cumple el objetivo marcado para España por la Unión Europea para 2020, fijado en un 15%.
El abandono educativo temprano se define como la población entre 18 y 24 años (ambos inclusive) que no ha completado el nivel de educación secundaria en segunda etapa (Bachillerato o FP de Grado Medio) y no sigue ningún tipo de formación (reglada o no reglada).
La Consellería de Educación, ha recordado, lleva años desarrollando diferentes iniciativas para el refuerzo del éxito escolar, entre las que ha destacado los contratos-programa, que arrancaron en el curso 2011/2012 con 144 centros y que este curso llegan ya a 635 colegios e institutos, con un presupuesto para contratar profesorado externo adicional de 5,2 millones de euros.
Este curso también se han redefinido las líneas de actuación de los contratos-programa para ajustarlas a las necesidades actuales, prestando especial atención al abandono y al refuerzo educativo. Así, la línea seis se dirige a la prevención del abandono temprano y del absentismo escolar y tiene como finalidad atender al alumnado con menor motivación. Además, hay tres líneas específicas de refuerzo educativo, por distintos niveles.
El departamento educativo de la Xunta acaba de poner en marcha, además, un nuevo plan de refuerzo de las competencias del alumnado, ARCO, con acciones que se desarrollarán dentro del horario lectivo y con tres líneas de actuación para ajustes educativos dentro del aula ordinaria.
La estrategia Edudixital, de impulso de las vocaciones STEM y de la presencia de nuevas tecnologías en los centros, y el Programa Edulingüe, para implantar el plurilingüismo, son otras de las acciones implementadas en la última década en la misma línea.