Las organizaciones sindicales CIG, STEG y CIG han remitido una solicitud por escrito al conselleiro de Educación, Román Rodríguez, para la celebración de una reunión en la que «negociar mejoras reales» que entienden que no están recogidas en el convenio firmado por la Xunta, CC.OO. y UGT.
En un comunicado conjunto, las tres organizaciones convocantes de las dos huelgas registradas en el último mes y medio y las protestas contra el acuerdo creen que Educación debe «escuchar» a «la mayoría» del profesorado que salió a las calles para pedir una nueva negociación.
Tras apelar a la «responsabilidad» de las centrales «minoritarias» que firmaron el convenio –como se refieren a Comisiones y UGT después de recordar que CIG, STEG y CSIF concentraron el 60% de la representación en las elecciones sindicales de hace un año–, han celebrado el «enorme compromiso y dignidad» del profesorado por su participación en las huelgas y las manifestaciones de las últimas semanas.
Afirman que «todas» estas protestas fueron «más numerosas que la celebrada hace cuatro años en el marco de una jornada de huelga unitaria por la recuperación horaria e incluso que las que tuvieron lugar en el año 2011 frente a las políticas de recortes del gobierno de Feijóo».
Así, valoran la «unidad» del profesorado contra el convenio «firmado con alevosía» pese a «los claros intentos de dividirlo», al tiempo que califican de «impropias» las declaraciones de Román Rodríguez en las que, en respuesta a una pregunta parlamentaria, acusó a la CIG y el BNG de oponerse al convenio para formar «lío».
En esa misma intervención plenaria, el conselleiro descartó reabrir las negociaciones porque supondría «faltarle al respeto» a las organizaciones firmantes, lo que para CIG, STEG y CSIF es «un desprecio hacia una amplia mayoría del profesorado que ve frustradas sus expectativas de recuperar derechos arrebatados como los horarios lectivos o avanzar en condiciones y plazos asumibles en aspectos tan fundamentales como la reducción de las ratios o de la burocracia».
Así pues, inciden en que «no dan ni darán por cerrada la posibilidad de negociar» y para eso insisten en que cedieron en sus demandas iniciales para presentar una propuesta «perfectamente factible tanto a nivel presupuestario como temporal».