La Xunta ha presentado este lunes, durante el Consello Galego de Formación Profesional, su oferta de plazas para el próximo curso 2023/24 sin variaciones con respecto al borrador inicialmente presentadas, pese a las críticas de los sindicatos y las protestas celebradas el pasado viernes en varios centros de Galicia por el aumento de las plazas en la modalidad a distancia.
Durante la reunión de este órgano, en el que están representados sindicatos y sectores económicos, la directora xeral de FP, Eugenia Pérez, ha lamentado la «confusión» generada en esta cuestión y ha asegurado que, según una orden del año 2010, serán los centros los que podrán «adecuar la duración» de la formación ‘online’ entre «el 25% y el 100% de las horas semanales establecidas para cada módulo profesional».
En concreto, el Gobierno autonómico han presentado en el Consello Galego de FP el catálogo aprobado la semana pasada: un total de 42.174 plazas, un 12% más que el curso anterior.
De todas ellas, 34.704 son de modalidad presencial, la mayor «de la historia», tal y como reivindica la Xunta en un comunicado, y «solo 7.470 son a distancia», una cifra que creció en un 74% con respecto al año anterior. Según cifras de la Administración, habrá 1.482 grupos que cursarán FP presencial y 151 lo harán a distancia.
En este contexto, la directora xeral ha destacado que todos los alumnos que iniciaron un ciclo ordinario presencial el pasado curso podrán acabarlo del mismo modo el que viene, aunque en la oferta figure el cambio hacia el modelo a distancia.
Además, Eugenia Pérez ha apuntado que la presencialidad estará garantizada «entre el 25% y el 100%», tal y como figura en una orden de 2010 y se recordará esta misma semana en la publicación del catálogo en el Diario Oficial de Galicia (DOG).
La Xunta defiende que la oferta a distancia busca «incrementar las oportunidades de los estudiantes», que pueden así «compatibilizar estudios y trabajo», al tiempo que favorece «la conciliación» y acerca la oferta «a la población del rural».
Con todo, la Administración insiste en que la formación a distancia, que «es una necesidad demandada por centros, estudiantes y empresas», está «exclusivamente» disponible en ciclos de la modalidad de adultos y en aquellos cuyas características lo permiten.
LA CIG INSISTE EN SU DIMISIÓN
Pese a esta postura defendida por la directora xeral de FP, los representantes de la CIG-Ensino insisten en reclamar su cese o dimisión porque, según afirma en un comunicado el sindicato, «solo podrán acabar presencialmente» las enseñanzas que pasan a ser a distancia aquellos alumnos de ciclos ordinarios, no así los modulares.
La CIG-Ensino lamenta las cifras del nuevo catálogo que conlleva un 74% más de plazas ofertadas a distancia y un 136% más del FP Dual, con la correspondiente «supresión de cerca de 2.000 plazas presenciales».
Asimismo, el sindicato ve «totalmente inviable» que en un ciclo de la modalidad a distancia los centros opten por poner en el 100% la presencialidad porque «no es posible atender presencialmente», ni por recursos humanos ni materiales, a una clase de 50 personas.
También ha lamentado la CIG, durante la reunión del Consello de FP, la «absoluta falta de transparencia» de la Consellería con la conversión de tres institutos en centros integrados (CIFP). Es el caso del IES Audiovisual de Vigo, de donde un grupo de profesores la semana pasada emitía un comunicado contra esta decisión.
En términos similares se ha pronunciado durante este encuentro CCOO, quien ha criticado la «profunda sordera y ceguera» de la directora xeral frente a las quejas de los docentes. Además, recuerda que las direcciones de los CIFP son designadas por la Consellería, por lo que «no gozan de la misma libertad» para valorar la oferta de la Administración.
Pese a que la normativa de los ciclos a distancia exige como requisito un 25% de presencialidad que puede ser ampliado por el propio centro, CCOO explica que los profesores tendrían que aceptar «una carga presencial mucho mayor» porque los grupos pueden llegar a los 50 alumnos.
Este sindicato niega que haya subido la demanda de la enseñanza a distancia y señala que este aumento, «al no haber oferta presencial» en los centros públicos, hace que el alumnado se vea «obligado a matricularse en los privados» que sí la tengan. No en vano, exige que el incremento de plazas vaya acompañado de un refuerzo de personal y medios.