El Gobierno gallego considera que el estudio de las nuevas restricciones y el protocolo de cada el inicio del curso debe tener en cuenta las particularidades de la situación epidemiológica de la comunidad autónoma y el porcentaje de vacunados en edad escolar.
Así lo ha trasladado el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, al ser preguntado en rueda de prensa tras la reunión del comité clínico de expertos sobre la próxima conferencia sectorial que mantendrán los responsables educativos de las comunidades con la ministra del ramo, Pilar Alegría, el próximo 25 de agosto.
El objetivo del encuentro es revisar el catálogo de medidas abordado previamente por su antecesora en el cargo, Isabel Celaá, antes del relevo en el Ministerio de Educación con el fin de adaptarlas a la situación actual y a la evolución de la Covid-19 en todo el Estado.
Al respecto, Comesaña ha recordado que la Consellería de Sanidade actúa «de forma coordinada» con el departamento de Educación, dirigido por Román Rodríguez, para trabajar en la actualización de los protocolos puestos en marcha el año pasado «con los ajustes correspondientes», además de «todo lo relativo a la vacunación» de jóvenes en edad escolar.
El titular de Sanidade ha avanzado, en todo caso, que Galicia planteó ya hace meses que las decisiones que se tomaran de cara el inicio de este nuevo curso tuviesen en cuenta tanto la situación epidemiológica en la que se encuentra la comunidad como el porcentaje de personas en edad escolar que ya estén vacunadas.
Es por ello, que el objetivo de la Xunta actualmente es «llegar al mayor porcentaje de niños y niñas vacunados» posible para presentar estos datos ante el Ministerio, con el fin de que sirvan de base para trazar las medidas que permanecerán en vigor durante el curso escolar.
«En próximos días veremos si llegamos a ese objetivo y con esos datos iremos a la reunión del día 25», ha zanjado Comesaña.
Entre las medidas planteadas de cara el curso, las comunidades y el Ministerio abordaron mantener las mascarillas, los grupos burbuja y modificar la distancia de seguridad de 1,5 a 1,2 metros, entre otras.