Una nueva investigación ha demostrado que las pruebas tempranas para detectar los casos de coágulos de sangre inusuales con plaquetas bajas en sangre en pacientes que habían recibido la vacuna contra la Covid-19 de AstraZeneca han servido para ser tratados con existo, lo que les lleva a recomendar mayor conciencia del riesgo de trombos entre los médicos.
El trabajo, dirigido por investigadores de la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud RCSI y el Centro Nacional de Coagulación del Hospital St James, en Reino Unido, se publica en el ‘British Journal of Hematology’.
Los coágulos de sangre inusuales con plaquetas bajas se han reconocido como una complicación muy rara de la vacuna de AstraZeneca. Sin embargo, con una mayor conciencia, es posible que los pacientes no presenten todos estos síntomas cuando se presenten inicialmente a los servicios médicos.
Los investigadores destacaron cuatro pacientes que tenían complicaciones de coagulación inducidas por la vacuna (trombocitopenia trombótica inducida por vacuna, VITT). Con base en la guía actual, cada paciente podría haber sido clasificado como de baja probabilidad de tener este síndrome cuando se presentó a los médicos, pero debido a la mayor conciencia y vigilancia clínica de los equipos médicos involucrados, todos fueron enviados para la prueba temprano, diagnosticados y tratados exitosamente.
«El riesgo de desarrollar un coágulo de sangre a partir de la vacuna sigue siendo mucho menor que el riesgo de desarrollar coágulos de Covid-19, pero es imperativo que los médicos estén atentos para detectar los síntomas entre los pacientes vacunados», ha señalado la doctora Michelle Lavin, autora principal del artículo e investigador del Centro Irlandés de Biología Vascular y la Escuela de Farmacia y Ciencias Biomoleculares de RCSI.
«Nuestra investigación ha demostrado que las pautas actuales carecen de la sensibilidad para detectar casos tempranos de coagulación inducida por vacunas, lo que podría correr el riesgo de perder o retrasar el diagnóstico. A medida que nuestra comprensión de esta nueva condición evoluciona, aumentar nuestra conciencia clínica puede mejorar los resultados para los pacientes a través de pruebas tempranas y tratamiento», ha añadido.
Este trabajo es parte del Estudio Irlandés de Vasculopatía COVID-19 (ICVS), apoyado por un premio de Respuesta Rápida COVID-19 de la Junta de Investigación en Salud y también por una subvención filantrópica de la Fundación 3M a la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud RCSI en apoyo de COVID -19 investigaciones. El trabajo se llevó a cabo en hospitales tanto de la República de Irlanda como de Irlanda del Norte.