Los sindicatos de profesorado siguen instando a la Xunta que mantenga el esfuerzo en recursos humanos en los centros de cara el próximo curso. Este martes, decenas de personas han secundado una protesta convocada por la CIG-Ensino para reclamar a la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria que no de marcha atrás y que prorrogue el refuerzo de docentes al menos para el próximo periodo académico.
El sindicato, que se ha concentrado ante la sede de Educación en Santiago de Compostela, ha advertido que la reducción de la distancia de seguridad en ESO y Bachillerato, que pasaría de 1,5 a 1,2 metros entre alumnos, provocaría una «reducción drástica» de grupos, un incremento de la ratio alumno profesor y un retorno a la «pandemia de los recortes».
Así lo ha advertido este miércoles el secretario nacional de CIG-Ensino, Suso Bermello, que denunció que esta situación podría afectar a unas 1.350 contrataciones realizadas este año por la Xunta para atender los desdobles de aulas realizados en los centros educativos y cumplir con los protocolos Covid.
Una hipotética marcha atrás implicaría, añade Bermello, una «pérdida de calidad educativa» además de puestos de trabajo, dado que a pesar del uso obligatorio de mascarilla y de las diferentes medidas de seguridad sanitaria, todos los profesionales coinciden que «nunca se dieren unas condiciones como las de este curso», al pasar de contar con aulas de 32 o 33 alumnos a otras de entre 18 a 21.
Esta reducción de la ratio supuso una reducción «exponencial de la conflictividad» en los centros y del «número de expedientes», además de una mejora notable de los resultados académicos del alumnado.
Bermello ha insistido que esta realidad ha constatado que «la demanda histórica» de reducción de ratios realizada por la comunidad educativa es «el principal elemento para dotar a la enseñanza pública de un alto nivel de calidad».
PUESTOS ESTRUCTURALES
Por todo ello, entre otros factores, el portavoz de CIG-Ensino ha demandado a Educación que mantenga las contrataciones realizadas durante la pandemia y que se consoliden como plazas estructurales, de modo que así se incorporen a los claustros «a tiempo completo para poder atender mejor» al alumnado y a la diversidad.
«Llevamos dos cursos absolutamente anormales y lo que necesita tanto el alumnado como el profesorado, en el curso que entra, es que no se reduzcan los puestos de trabajo y que no se reduzca la ratio. Esa es la cuestión fundamental», zanjó.