El portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia para el coronavirus, el lucense Lorenzo Armenteros, ha afirmado este jueves que «a lo que hay que tener miedo es al virus» y no «a las vacunas».
«A lo que hay que tener miedo es al virus, que es lo que provoca todas estas alteraciones muy graves y que puede llegar a la muerte», defiende el facultativo de Lugo.
Sobre Jansen, ha advertido que «tiene una relación posible», según la Agencia Europea del Medicamento (EMA), «en ciertos casos de trombos pero de la misma manera que puede tener otros efectos adversos otras vacunas». «Supone más riesgo el virus y padecer la Covid, con una gran diferencia a cualquier vacuna que exista ahora mismo», ha vuelto a insistir.
Armenteros, sobre el ritmo de vacunación, ha puntualizado que se ha «hablado más de un vez que entre 400 y 500.000 vacunas diarias sería el ritmo adecuado».
«La vacuna de Jansen tiene además una ventaja, que es que al ser de una sola dosis podemos considerar vacunada totalmente a la persona que se le administra y no hay que dar el plazo para una segunda dosis. Esto puede aportar una gran agilidad en la vacunación», ha suscrito.
El portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales aplaude que «otra de las buenas noticias es esa gran cantidad de vacunas, a pesar de los inconvenientes de su logística». «Y es que ya tenemos el compromiso de Pzifer de garantizar un número importante de vacunas semanales», ha abundado. «Son dos buenas noticias que unidas a esa cercanía de las 500 mil dosis diarias nos puede acercar al objetivo de la inmunidad de rebaño», ha celebrado.
Con todo, Lorenzo Armenteros ha objetado que se siga «utilizando los medios que actualmente se disponen y no se ha aportado nada nuevo» para la administración de las vacunas.
PLANIFICACIÓN
Así ha afeado que «en el sistema de vacunación sea en hospitales, en centros grandes o en espacios abiertos, se estén empleando los medios a su alcance o en algunos casos extrayéndolos de otros lugares como puede ser la Atención Primaria para utilizarlos en la vacunación».
«No se ha hecho una planificación de lo que puedan ser los servicios habituales, que siguen funcionando de la misma manera, y además en muchos de los casos se está tirando de personal de los propios servicios de hospitales o centros de salud para la realización de más tareas de las que habitualmente tenemos», ha lamentado.