El hospital Vithas Vigo ha comenzado a tratar miomas uterinos por radiofrecuencia, un tratamiento que permite abordar esta patología en menos de media hora, sin cirugía, de forma ambulatoria y sin causar molestias en la paciente.
Los miomas uterinos son tumores benignos, los más comunes entre las mujeres, que crecen en el útero y que causan diferentes síntomas como menstruaciones muy abundantes y dolorosas, sangrados ocasionales entre periodos, dolor pélvico crónico y al mantener relaciones sexuales, aumento de la frecuencia de micción o hinchazón abdominal.
Esta patología también puede afectar a la fertilidad, ya que puede dificultar la concepción, aumentar la tasa de abortos, de partos prematuros y hemorragias postparto, entre otras complicaciones.
El nuevo tratamiento de Vithas Vigo consiste en el uso de una aguja fina que se introduce en el interior del mioma, guiada por ecografía y con la aplicación de radiofrecuencia. Estas ondas generan una elevación de temperatura que causa la necrosis coagulativa de las células del mioma, pero sin dañar el músculo uterino. El tumor es reabsorbido durante los meses posteriores a la intervención.
Según ha informado el complejo hospitalario, el tratamiento, que se lleva a cabo en quirófano, dura entre 10 y 30 minutos y la paciente puede regresar a su casa dos horas después. La única indicación tras la intervención es «llevar una vida tranquila» durante un par de días. Las molestias, en caso de tenerlas, son leves –cierta sensación de hinchazón similar a la que se tiene durante la menstruación– y responden a analgésicos habituales.
INTERVENCIÓN SIN CICATRICES
La doctora Darriba Marino, coordinadora de ginecología y obstetricia del Hospital Vithas Vigo y encargada de realizar este tratamiento, ha señalado que la intervención por radiofrecuencia de los miomas está especialmente indicada para los de difícil abordaje por su localización, «lo cual dificulta su extracción mediante otros tratamientos como la histeroscopia o laparoscopia».
Esta técnica, ha explicado Vithas Vigo, no deja cicatrices en el miometrio, lo que permite una búsqueda más precoz del embarazo y no tiene riesgo de rotura uterina, «posibilitando un futuro parto vaginal».Además, han destacado que los resultados de los estudios conocidos sobre esta nueva técnica hablan de una reducción del sangrado, la dismenorrea –dolor durante la menstruación–, el dolor pélvico y los síntomas miccionales. «En tres de cada cuatro casos éstos se reducen a los tres meses hasta su total eliminación al año», ha indicado Vithas.