Las tres universidades gallegas están preparadas para retomar las aulas y la actividad presencial, por lo que están a la espera de la decisión que adopte la Xunta la próxima semana tras el análisis de la evolución de esta tercera ola de la pandemia sanitaria.
La Consellería de Sanidade y el comité clínico de expertos esperarán a conocer los datos epidemiológicos del entorno del fin de semana para decidir si estas instituciones retoman finalmente las clases presenciales a partir del 17. Las cifras se estudiarán en una reunión el próximo lunes.
Esta semana, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, apeló a ser «igual de prudentes» en este caso «que con el resto de medidas», aunque reconoció que «todo parece indicar» que en el ámbito «la situación está bien» y las facultades son «espacios seguros».
Los rectores lo tienen claro: la universidad es un espacio seguro y puede regresar a la presencialidad, o al menos a la situación inmediatamente anterior a esta virtualidad impuesta por decreto del Gobierno gallego.
En declaraciones a Europa Press, el rector de la Universidade de Santiago (USC), Antonio López, defendió que la docencia presencial «introduce muchos elementos positivos», sobre todo en materia de igualdad de oportunidades del alumnado, y por eso confían en «recuperarla lo antes posible».
«Todos los datos que tenemos del primer cuatrimestre nos demuestran que no hay un problema de contagios dentro de los espacios universitarios», ha recordado.
López ha destacado, incluso, «un nivel de incidencia menor que en el resto de la sociedad», por lo que los protocolos asumidos en este ámbito «funcionaron muy bien» para impedir «contagios masivos».
«MUY ATENTOS»
Su homólogo vigués, Manuel Reigosa, comparte esta visión y añade que en el caso de la Uvigo se realiza un «seguimiento interno», además de estar «muy atentos» a los datos suministrados por la Consellería y de los diferentes colectivos de la institución.
«La sensación, basada en datos, es que es la universidad es un lugar seguro. No hay brotes. Cada vez que aparece un casa, que evidentemente aparecen, muy por debajo de la media de la sociedad en todos los sectores, incluido el alumnado», ha defendido.
Por todo ello y en el momento en el que se determine por parte de la Xunta, añade, no habrá «ningún problema» en recuperar la actividad en los términos adoptados por la universidad desde principios de este curso académico.
Cada titulación optó por una modalidad de enseñanza en función de sus necesidades, los espacios disponibles, el número de estudiantes y sus horarios. Un total de 17 grados decidieron mantener aulas totalmente presenciales, cerca del 30%, y el resto mixto, además del 40 por ciento de másteres.
PRÁCTICAS PRESENCIALES
El rector coruñés, Julio Abalde, ha trasladado por su parte que confía en retomar la presencialidad la próxima semana, bien a partir del 17 de febrero o días después, del mismo modo que las prácticas y los exámenes.
Sobre este último punto, cree que el debate no debería recaer en la presencialidad de las pruebas sino en una evaluación continua en que la prueba final presencial no tenga tanto peso, sino en diversificar el proceso para evaluar conocimiento pero también las competencias de los alumnos.
En un encuentro celebrado junto con el equipo de gobierno y el alumnado, Abalde recordó además el proyecto ‘Campus Híbrido’, por le que dotarán 168 aulas con cámaras de seguimiento y micrófonos de ambiente que permitirán impartir docencia presencial y telemática al mismo tiempo.
Reigosa también trasladó su preocupación por las prácticas, puesto que «sería importante» que se celebren de forma presencial. No obstante, aseguró que la universidad está preparada en el caso de un hipotético regreso a la modalidad virtual en función de la evolución de la pandemia, tanto desde el punto de vista técnico como de conocimiento de PDI.
«Pero para nosotros es importante tener la máxima presencialidad. Afecta muchísimo a las prácticas y a determinadas titulaciones», ha insistido.
«NORMALIDAD» TELEMÁTICA
Los tres rectores coincidieron, además, en el buen funcionamiento de la experiencia telemática en esta virtualidad decretada por la Administración gallega.
López ha destacado la «absoluta normalidad» de estas jornadas, tras el refuerzo realizado este curso para el ‘Campus Virtual’ como en aplicaciones y equipos, con más de 250 aulas equipadas para poder simultanear la docencia presencial y telemática.
También se potenciaron los puntos de cobertura de la red universitaria, se cambiaron equipos y se pusieron a disposición del alumnado.
La UVigo tampoco ha registrado incidencias destacadas, más allá de la ampliación puntual de la capacidad de alguna aula virtual tras la demanda de algún centro.
Reigosa destacó las cerca de 15.000 personas que participaron en aulas de videoconferencia, y que todo estaba preparado tras «la experiencia inmersiva» del curso pasado. «El profesor explica, ellos pueden seguir la clase, hacer preguntas, intervenir y hacer se ver con la cámara web», ha señalado.