La alcaldesa de Viveiro, María Loureiro, ha reconocido este martes que el endurecimiento de medidas restrictivas en relación a la covid-19 pocos días antes de fin de año es «un palo duro», aunque ha apuntado que es necesario acatarlas: «es lo que hay».
Después de que el comité clínico de este lunes decidiese pasar a Viveiro a nivel máximo de restricciones, Loureiro ha ratificado que el municipio, «como siempre», aceptará y cumplirá las medidas.
«No es plato de buen gusto, nadie desea para su ayuntamiento esas restricciones y más en estas épocas navideñas, es un palo duro para el sector servicios; para la hostelería y el comercio, pero es lo que hay», ha sentenciado.
En este sentido, ha reconocido que en el municipio «hay un brote que se extendió más de lo deseado». «Logramos salvar Nochebuena y Navidad, pero ayer decidió esto el comité clínico», ha concluido la regidora.