El director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, Hans Henri P. Kluge, ha avisado de que el cierre de los colegios debe ser una medida de «último recurso», a pesar de que Europa vuelve a ser el «epicentro» de la pandemia del coronavirus.
Durante un discurso realizado en la segunda reunión de alto nivel organizada conjuntamente por la Oficina Regional de la OMS para Europa y el Ministerio de Salud de Italia, Kluge ha asegurado que los cierres de las escuelas tienen un efecto «negativo» en el rendimiento escolar a largo plazo, algo que se ve más acusado en los niños con discapacidad.
«Se lo debemos a la próxima generación, en particular a los que se encuentran en entornos vulnerables, hacer todo lo posible para reducir las vulnerabilidades y mantener vivo su aprendizaje en persona», ha aseverado el dirigente de la OMS en Europa, para recalcar que si se toman las medidas oportunas para contener al virus, los colegios no presentan un mayor riesgo de infección, en comparación con cualquier otro lugar público.
En este sentido, Kluge ha recordado que las iniciativas puestas en marcha para frenar la pandemia están teniendo un «profundo impacto» en la salud y bienestar de los niños, y ha destacado la importancia de que en el próximo año escolar los gobiernos hagan lo posible para no cerrar los colegios.
«Los enfoques de salud pública deben equilibrar todos los efectos de las medidas. Debemos monitorear nuestras acciones cuidadosamente y adaptar nuestras acciones a medida que haya más evidencia disponible para que no hagamos más daño que bien. Un elemento central de todos estos esfuerzos debería ser centrarse en los niños que viven en situaciones vulnerables», ha zanjado.