El personal sanitario de atención primaria, urgencias, de puntos de atención continuada y centros de orientación familiar contará con un nuevo protocolo de actuación, destinado a potenciar tanto la detección precoz desde la consulta de casos de violencia machista como para homogeneizar criterios entre los profesionales sanitarios.
Este proceso de cribado y actuación, que se implantará el próximo año, ha sido elaborado por el grupo de trabajo de violencia de género y salud del Sergas, con el fin de ofrecer una herramienta sencilla a estos profesionales sanitarios para poder apoyar a las víctimas y realizar, al mismo tiempo, un seguimiento de los casos a través del historial clínico.
La iniciativa ha sido presentada este martes en una comparecencia telemática a cargo de Maria del Mar de la Peña, una de las profesionales que integran ese grupo de expertos sanitarios; el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña; y la titular de Emprego e Igualdade, María Jesús Lorenzana.
De la Peña ha insistido en que esta lacra representa «una pandemia» impuesta por el simple hecho de «nacer y ser mujeres», que ha sido sostenida a lo largo de los siglos y ha provocando un grave problema de salud que afecta «a todos los ámbitos» de su vida, con implicaciones en la libertad, la dignidad y el desarrollo personal, social y profesional.
Según los datos del primer trimestre de 2020, se han reducido más del 40 por ciento de los partes emitidos desde Atención Primaria, a pesar de que sí se han constatado un aumento del 15 por ciento las asistencias por violencia de género.
Las cifras evidencian que el Sergas está «perdiendo la oportunidad» de diagnosticar un 40 por ciento de casos que «sí se diagnosticaban en 2019», lo que evidencia la necesidad de implantar y homogeneizar nuevos procesos que permitan la detección temprana de casos desde la propia consulta médica, cuestión que debe ser algo «prioritario».
CUESTIONARIO EXHAUSTIVO
Esta nueva herramienta se basa en un cuestionario exhaustivo que ya se ha aplicado en el ámbito internacional y que ofrece un instrumento de cribado «fácil de utilizar» para detectar casos a partir de los 15 años.
En este sistema, ha incidido, el parte de lesiones se sitúa «como la prueba fundamental» para mujeres que sufren violencia física, psicológica o sexual, del mismo modo que la historia clínica para realizar el seguimiento.
Asimismo, el proceso de cribado debe estar adaptado a los nuevos escenario de AP debido al mayor peso de las consultas telefónicas debido a la COVID-19. EL LUGAR «IDÓNEO»
El titular de Sanidade, Julio García Comesaña, ha destacado el trabajo «intenso» llevado a cabo por este grupo de profesionales y ha situado el ámbito de la Atención Primaria como «el lugar idóneo para localizar nuevos casos de violencia», por la cercanía del personal sanitario, y puesto que cada «pequeña sospecha» puede suponer un «paso decisivo para ponerle fin».
Es ahí, precisamente, donde esta nueva herramienta «pone el foco», para potenciar así al detección precoz, mejorar la atención de las mujeres en las consultas de salud y homogeneizar las actuaciones, para avanzar en la erradicación de esta lacra social.
«Una simple pregunta puede ser determinante para acabar con ello», ha señalado Comesaña, quien ha puesto el valor el trabajo de los profesionales que forman parte de los grupos de trabajo de violencia de género y salud y de elaboración del protocolo multidisciplinar contra delitos de violencia sexual.
Comesaña también ha avanzado que se llevará a cabo un proceso de formación entre el personal del Sergas durante los primeros meses del año y ha animado a potenciar el «compromiso y la sensibilización» para avanzar en esta tarea.
ATENCIÓN TRANSVERSAL
María Jesús Lorenzana, por su parte, ha incidido en que este protocolo es «esencial» y ha apelado a «transversalizar» las políticas de igualdad a través de acuerdos para llevar estas actuaciones a todos los ámbitos y sectores.
Esta nueva herramienta se enmarca, además, en diversos objetivos del Pacto de Estado contra la violencia machista, tanto en el sentido de aprovechar las consultas médicas como consultas informativas, potenciar protocolos de detección precoz, e implementar programas formativos especializados en prevención.
Los datos de 2019 evidencian la «importancia de la atención en centro de salud», ha añadido, puesto que de los 6.325 partes de lesiones emitidos en atención primaria unos 1.961 se trataron de casos de violencia de machista (345 en hospitalaria, el 13,9 por ciento del total).
El agresor se trataba de la pareja de la víctima en el 60 por ciento de los casos, mientras que esta se situaba entre los 40 y 44 años o entre los 20 y 24 años (en AP y hospitalaria, respectivamente).