El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ha apelado a «pecar de prudentes» a la hora de analizar la posibilidad de que se rebajen las restricciones a partir del 4 de diciembre, la fecha que sirve de guía para el comité clínico de cara a medir la efectividad de las medidas extraordinarias implantadas en unos 60 municipios gallegos a comienzos del mes de noviembre.
Este sábado, en un acto celebrado en el hall del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), donde ha visitado el espacio que acogerá la nueva unidad de atención al ictus, el titular de Sanidade ha subrayado la necesidad de permanecer vigilantes y cumplir las restricciones para lograr que las medidas tengan efecto y puedan prolongarse en el tiempo lo menos posible.
Así, ha señalado que «en líneas generales» los resultados de las medidas implantadas, de las que se cumplen 15 días este sábado, «no se está dando» la mejora necesaria tanto en la detección de nuevos casos como en la relajación de la presión hospitalaria, por lo que ha apelado a «insistir» en las restricciones que la Consellería de Sanidade confía en que empiezan a dejar mayor pegada en la evolución epidemiológica a partir de esta tercera semana de vigencia que ahora comienza.
Preocupa especialmente, según ha concretado, la evolución en el área sanitaria de Vigo, donde «no se está dando esa disminución importartante» en los positivos y, aunque «dejó de crecer» el número de personas que terminan hospitalizadas, la mejoría no se ha producido en los pacientes en UCI.
De este modo, el conselleiro ha resaltado que todavía es pronto para saber si podrán relajarse las restricciones una vez cumplido el plazo de un mes dado inciialmente por el comité clínico para ver la evolución de la pandemia con las medidas impuestas.
Una desescalada que ha inaugurado este sábado O Carballiño, el primer municipio en el que se relajan las restricciones al pasar del nivel 3 al 2, con lo que pueden reabrir los negocios de hostelería y se permite la entrada y salida del municipio.
Cuestionado sobre si O Carballiño, del mismo modo que sirvió como ‘modelo’ para las restricciones, actuará ahora como ejemplo para la desescalada, García Comesaña ha apuntado que «no necesariamente», ya que cada localidad y área tienen sus propias circunstancias y características.
Por ejemplo, ha recordado que en la decisión del comité clínico de permitir la relajación de imposiciones en esta localidad ourensana no ha pesado exclusivamente la evolución epidemiológica, sino que también se han tenido en cuenta otros factores, como su aislamiento o la movilidad en el área donde se encuentra, que presenta «baja» incidencia del covid.
Preguntado por qué no se ha dado el mismo paso en Verín (Ourense), García Comesaña ha indicado que en este municipio ourensano la evolución de la pandemia también es buena, pero sus vecinos tendrán que esperar «un poco más» para que se rebajen unas restricciones que, como ha recordado, fueron impuestas más tarde que en O Carballiño.