La alcaldesa de Vilalba (Lugo), Elba Veleiro, remarca que es «difícil» dar con la raíz del brote de COVID-19 localizado en la residencia Asilo, intervenida por la Xunta este jueves tras reportar 114 usuarios y 18 trabajadores afectados. No obstante, sí deja caer que «es posible que fuera después de acudir a una consulta» al Hospital Lucus Augusti (HULA) no uno de los residentes, sino «alguien cercano».
Aunque la regidora asegura se está «investigando», insiste en que es «difícil» averiguar el origen de la avalancha de positivos, «por no decir que es prácticamente imposible».
Además, Veleiro confiesa su «tristeza» y la «preocupación» de todo el municipio ante este brote, ya que los ancianos «es un colectivo muy querido en Vilalba, pero muy vulnerable». «Las familias están en grado de preocupación máxima», añade.
De hecho, tal y como asegura, ahora se realiza un «seguimiento» por parte de las consellerías de Sanidade y de Política Social de la Xunta, que «están poniendo los medios necesarios para establecer los protocolos necesarios».
Sobre la gravedad de la situación, la alcaldesa constata que «muchos» de los positivos «son asintomáticos y lo pueden superar con normalidad». «Esperemos que llegue una recuperación rápida y total, y que no deje secuelas», desea.