Los rectores de las universidades gallegas han reivindicado sus instituciones como espacios seguros en los que debe apostarse, siempre que se pueda, por la presencialidad para así garantizar una enseñanza «de calidad».
En este mensaje han concidido los tres rectores de las universidades gallegas -Antonio López (USC), Julio Abalde (UDC) y Manuel Reigosa (UVigo)- en su comparecencia conjunta este jueves ante la comisión de reactivación que desde hace semanas tiene lugar en el Parlamento de Galicia.
Allí, los tres han analizado el impacto de la pandemia en las instituciones académicas y han advertido sobre una realidad que, subrayan, se ha agudizado con esta crisis: la desigualdad en criterios económicos de los estudiantes, que está haciendo que, algunos, lleguen al extremo de tener que abandonar sus estudios por no poder costearlos.
En el caso de la Universidade de A Coruña, el rector ha señalado que unos 200 alumnos renunciaron a su matrícula por problemas económicos, lo que le ha llevado a reclamar ayudas desde las administraciones para que estos estudiantes puedan continuar con sus carreras y que la universidad siga ejerciendo su papel de «igualador y ascensor social».
Así, como han recordado los tres responsables de las instituciones académicas, las universidades pusieron en marcha planes de ayudas para el alumnado durante la pasada primavera de cara a sufragar parte de los gastos derivados del paso a la semipresencialidad obligado por la pandemia.
«Nos acostamos un viernes con una universidad presencial y nos levantamos el lunes con una docencia totalmente telemática funcionando plenamente», ha señalado Abalde, en la línea de lo expresado por sus homólogos en Santiago y Vigo, que han puesto el foco en el «esfuerzo» realizado por alumnos, profesores y administrativos de la tres universidades a la hora de adaptarse al nuevo escenario obligado por la irrupción de la pandemia.
Según ha apuntado Manuel Reigosa, la universidad fijó como objetivo primordial durante el pasado curso «que nadie se quedase atrás» y «no perder a ninguno de los alumnos», un mensaje similar al lanzado por homólogo en Santiago, Antonio López, que recordó las ayudas de la USC y las otras dos universidades gallegas para la cobertura de gastos adicionales vinculados a la teledocencia como planes de cobertura de datos móviles o el préstamo de equipos informáticos.
Con todo, Antonio López ha señalado la existencia de condicionantes socioeconómicos que afectaron al seguimiento de las clases telemáticas, como la falta de espacios del alumnado en sus propios domicilios para seguir las actividades.
UNIVERSIDADES «ESPACIOS SEGUROS»
Por ello, López, Abalde y Reigosa han hecho un alegato a favor de la presencialidad de las clases, toda vez que reivindican las universidades como «espacios seguros» en los que se siguen las medidas de seguridad, con protocolos «efectivos» que, en caso de ser necesario, decretan la teledocencia «sin» que el desarrollo del curso se vea alterado.
Tras semanas en las que los estudiantes universitarios estuvieron en el foco mediático por su supuesta falta de compromiso con las medidas sanitarias, los rectores han aprovechado su presencia en la Cámara para recordar que los estudios serológicos y las pruebas llevadas a cabo en los campus gallegos no concuerdan con la imagen de la comunidad universitaria actuando como elemento de transmisión del virus.
Con todo, después de apuntar que las cifras de prevalencia y positividad en la comunidad universitaria se mueven en niveles similares a los de la sociedad gallega en general, los rectores han apelado a la responsabilidad de alumnos, profesorado y personal académica para que los campus sean espacios seguros y solo tenga que limitarse la presencialidad cuando sea necesario.
INVESTIGACIÓN Y FINANCIACIÓN
Apostar por la investigación y reformular el modelo de financiación de las universidades son las dos asignaturas que han puesto sobre la mesa los rectores, que consideran que la crisis del covid debe hacer reflexionar sobre el papel de los equipos investigadores y su capacidad para ofrecer respuestas ante situaciones inesperadas.
Como ejemplo de ello, el rector de la UDC ha apuntado a la existencia de grupos investigadores que llevan años trabajando en el desarrollo de vacunas para virus SARS que, al estallar la crisis de la covid, han podido aportar avances de inmediato. Por ello, ha apelado a «mantener abiertas» las investigaciones científicas para estar listos «cuando cambien las prioridades».
En este sentido, Antonio López ha recordado que equipos de la USC trabajan en dos proyectos de desarrollo de vacuna para la covid-19 financiados por el Instituto Carlos III y colaboran en una macroinicitava coordinada desde Barcelona para encontrar soluciones a esta crisis sanitaria, línea en la que también ahonda el mapa genómico desarrollado por el grupo que dirige el profesor Ángel Carracedo.
Por su parte, como antes habían hecho sus homólogos, Manuel Reigosa se ha detenido en los problemas de financiación de las universidades, que, según ha incidido, no necesitan más fondos por parte de las administraciones, sino que estas lleven a cabo «una reformulación» del plan de financiación de las entidades académicas.
«No puede ser que situaciones como una reducción de estudiantes afecte de una forma directa a las estructuras de las universidades», ha remarcado el rector de la UVigo, quien ha añadido que la bajada de tasas (medida que ha dicho respaldar) no debe producirse sin que exista una «compensación económica» para las universidades que palie la reducción que supone en sus «ingresos estructurales».
GRUPOS PARLAMENTARIOS
En el turno de los grupos, el portavoz del Grupo Popular, Pedro Puy, ha aplaudido que las universidades hayan apostado por priorizar la presencialidad en los primeros cursos, ya que considera que los alumnos recién llegados lo necesitan más que aquellos que ya llevan más tiempo en la universidad.
Por su parte, la líder del BNG, Ana Pontón, puso el acento en que los estudios «demostraron» que la universidad «no era responsable» del empeoramiento epidemiológico de la comunidad gallega, al tiempo que ha demandado más compromiso económico de la Xunta con potenciar unas instituciones académicas que «tienen muchas fortalezas pero también muchas debilidades».
Por último, el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, ha manifestado que la existencia de alumnos que abandonan sus estudios universitarios debe «encender las luces de alarma» a nivel social.