La federación de asociaciones de padres y madres Anpas Galegas critica los trámites que deben realizar las familias para solicitar las mascarillas gratuitas que repartirán los centros, ya que se deben realizar presencialmente, y piden a la Consellería de Cultura, Educación e Universidade que pague «todo lo necesario» para que el alumnado pueda asistir a las aulas «en igualdad».
Así lo asevera Anpas Galegas en un comunicado remitido a los medios horas antes de que este lunes se abriese el plazo para que las familias con rentas bajas y de estudiantes de Educación Especial puedan pedir este material sanitario, lo cual se hace en los propios colegios e institutos –a excepción de los beneficiarios de las ayudas al material escolar, que entrarán en el reparto de manera automática–.
«¿Por qué hay que presentar las solicitudes de una forma presencial? ¿Tenemos cerrado casi todo el movimiento social y vamos a promover que las familias entren en los centros para presentar una documentación que bien podría tramitarse en línea, o enviándola por correo electrónico, por poner un ejemplo?», se pregunta la federación.
Además, Anpas Galegas censura que los trámites puedan durar «tres meses», al tiempo que reclama a la Xunta que abone «los atrasos» correspondientes a las mascarillas que las familias llevan pagando «desde el inicio de curso». En este sentido, La federación también lamenta que no esté previsto entregar este material de protección a los alumnos de Educación Infantil cuando «en muchos centros se las están exigiendo».
No en vano, Anpas Galegas pide un «cuidado especial» a la Consellería con «no marcar de ningún modo», con logotipos oficiales, las mascarillas gratuitas. «A ver si el ‘sentidiño’ de quien dirige le hace entender que cualquier marca es también una marca a las personas destinatarias», añade.
A juicio de la federación de asociaciones de madres y padres, todo esto se soluciona «trabajando por una enseñanza pública gratuita» y aportando al alumnado «todo lo que precise para asistir cómodamente a sus aulas, entrando en igualdad con todas sus compañeras, sin tener que llevar mascarillas regaladas, ni libros marcados, ni entregar públicamente cheques de pobreza en las librerías y sin explicar a ningún funcionario cuál es la situación de su casa».