El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha comenzado este jueves su intervención en el Congreso para pedir la autorización de un estado de alarma que dure seis meses con un «mensaje a la ciudadanía» en el que, aunque ha afirmado que el Gobierno es consciente de que la población «empieza a estar cansada de meses realizando esfuerzos y sacrificios» contra el coronavirus, aún «no es el momento de relajar las medidas».
«Estamos ante unas semanas y unos meses que van a ser muy duros, llevamos mucho tiempo conviviendo con el virus y queda un horizonte amplio por delante», ha dicho, añadiendo que llega «un invierno largo» en el que las fiestas serán «distintas» y habrá que adaptarse a la nueva situación.
Pese a las «incertidumbres» sobre el virus, ha dicho, se sabe que son efectivas las medidas como usar mascarilla, lavarse las manos, mantener la distancia de seguridad, tener menos relaciones personales y menos movilidad. «Nuestra certeza es que hace falta esforzarse más para proteger a los más vulnerables, al sistema nacional de salud y a los profesionales», ha zanjado.