El director del Grupo Zendal, Andrés Fernández, ha previsto que la vacuna contra el COVID-19 que producirá la empresa filial Biofabri podría estar disponible «a finales de la primera mitad de 2021» si se comprueba su efectividad.
Así lo ha indicado en el marco del coloquio ‘La lucha contra la COVID-19: Zendal & UVigo’, celebrado este jueves en Vigo, el director del grupo farmacéutico que fabricará la vacuna en la que trabaja la empresa estadounidense Novavax. En este momento, la sustancia se ha comenzado a probar en personas de distintos países en el marco de la ‘fase 3’ de su desarrollo.
También ha explicado que es probable que esta no sea la primera vacuna en estar disponible dado que aquellas en las que trabajan las empresas Moderna (Estados Unidos) y Cansino Biologics (China) y la Universidad de Oxford (Reino Unido) han iniciado la ‘fase 3’ con anterioridad.
Así, el director de Zendal ha detallado que en torno a una decena de sustancias se encuentran en esta fase, aunque solo aquella en la que trabaja Novavax permitió que todas las personas en las que se probó en la primera fase generasen anticuerpos.
Fernández ha concretado también que el objetivo pasa por que las células reconozcan la proteína ‘spike’, espículas que sobresalen del virus, y eviten su «enganche». No obstante, ha recalcado que se desconoce si la primera vacuna que esté disponible actuará sobre la transmisión, lo que conllevaría que fuese precisa su aplicación a un gran volumen de población, la enfermedad o ambas.
RETOS
Respecto a los retos que presenta, ha apuntado que las vacunas que se encuentran en proceso de desarrollo requieren temperaturas muy bajas (iguales o inferiores a -30 grados) para su conservación.
Andrés Fernández ha señalado que este requisito puede dificultar su traslado a hospitales con menos recursos, como algunos situados en África. Del mismo modo, ha asegurado será preciso abordar cómo disponer del espacio necesario para su almacenamiento en los hospitales.
Así las cosas, el director del Grupo Zendal ha considerado que la pandemia ha permitido evidenciar que los tiempos de desarrollo de una vacuna, que suelen alcanzar una década, pueden reducirse hasta «un año y medio o dos años». No obstante, ha recalcado que la reducción del tiempo destinado a este fin ha supuesto que «se prescindiese de una estabilidad más duradera» para el producto.
En relación a la afectación de la fabricación de la vacuna de Novavax a la empresa, Fernández ha afirmado que permitirá generar empleo directo y que repercutirá de modo positivo en los proveedores de la empresa, situados en su mayor parte en la zona de O Porriño. De hecho, ha explicado que se han comenzado a ampliar las instalaciones de la fábrica de Biofabri para poder almacenar el mayor número de dosis posible.
AUMENTO DE INGRESOS
Aunque ha apuntado que la producción de la vacuna podría generar un aumento de los ingresos de Biofabri, el director de Zendal ha destacado que el hecho de que todavía no hayan concluido las pruebas conlleva una «incertidumbre» para el grupo empresarial.
Asimismo, ha concretado que la producción de esta vacuna supondrá alcanzar objetivos previstos para la empresa en un plazo de tres años y ha indicado que también ha conllevado un reconocimiento de la misma a nivel mundial.
Adicionalmente, el director de Zendal ha puesto en valor el apoyo recibido por parte de las administraciones para poner en marcha este proyecto, aunque ha incidido en que el mismo no conllevará pausar otras líneas de investigación.
OTROS PROYECTOS
De hecho, ha detallado que el grupo biofarmacéutico trabaja en la que se espera que sea «la futura vacuna de la tuberculosis». Así, ha precisado que mediante la misma, que se espera que esté disponible en un plazo de cinco años, se busca dar respuesta a las carencias de la desarrollada en 1920.
De cara al futuro, el director del Grupo Zendal ha remarcado que la obtención de una vacuna contra la COVID-19 solo será uno de los factores que permitirán «ganar la guerra» a esta pandemia y ha descartado que esta conlleve una modificación relevante en los hábitos de la ciudadanía.
Sobre este punto, en el marco del coloquio, el rector de la Universidade de Vigo, Manuel Reigosa, ha señalado que los últimos meses han evidenciado que el número de médicos y de camas disponibles en unidades de críticos hospitalarias han influido en la evolución de la pandemia. Por ello, ha concluido que será preciso «invertir más en salud» para evitar que esta situación se repita.
En esta línea, el rector ha afirmado que resulta preciso impulsar la innovación y el desarrollo, así como la colaboración entre empresas e instituciones educativas.