El Servizo Galego de Saúde ha iniciado esta semana las compras de test de antígenos para el diagnóstico y cribado de la COVID-19. En una primera compra, se han adquirido un total de 50.000 unidades para las siete Áreas Sanitarias. Los test fueron validados por estudios recientes del Instituto de Salud Carlos III, con una sensibilidad relativa del 93% y especificidad relativa del 99,5%.
Las gestiones se iniciaron luego de las pruebas de la semana pasada llevadas a cabo por los microbiólogos del Sergas, quienes determinarán el uso adecuado dentro de la cadena diagnóstica, y ahora son evaluadas por las recomendaciones de la Comisión de Salud Pública que aprobó esta semana la actualización de la Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de la COVID-19.
En el momento actual, se dispone de dos pruebas de detección de infección activa, una prueba rápida de detección de antígenos y una detección de ARN viral mediante una RT-PCR o una técnica molecular equivalente. La actualización de la Estrategia recoge la utilización de ambas pruebas en los distintos escenarios de diagnóstico y seguimiento de los casos y de los contactos.
El objetivo principal, recuerda la Xunta, es «facilitar el diagnóstico» y que éste «pueda realizarse lo más rápido posible» y, de esta manera, iniciar las medidas de control oportunas para disminuir la transmisión del virus cuanto antes.
La utilización de estas pruebas «permitirá hacer frente al previsible aumento de las necesidades diagnósticas por el aumento de infecciones respiratorias como la gripe», añade el Gobierno gallego.