«Casi un éxito». La Consellería de Cultura, Educación e Universidade ha valorado la primera semana de arranque de la actividad lectiva en Galicia, y ha insistido en la «gran normalidad» registrada en la incorporación del alumnado a los centros educativos en un contexto totalmente marcado por la COVID-19.
Más de 90.000 escolares regresaban este viernes a las aulas gallegas, cuando se completaba la incorporación de las etapas de infantil, primaria y educación especial. En concreto, unos 90.337 escolares de 6º de infantil, y los de 4º, 5º y 6º de primaria.
El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, ha destacado «gran normalidad» registrada «pese al escenario absolutamente inédito» en el que se produjo. En torno a 100.000 alumnos retomaron las clases el jueves, sobre el 50% del total, y Rodríguez ha reconocido que lo hicieron con «cierta incertidumbre», pero dentro de una «importante normalidad».
En total, 950 centros empezaron su actividad, aunque no exentos de problemas de diversa índole. Rodríguez ha limitado las «incidencias significativas» a 12 de ellos, «algo más del 1%».
En concreto, al menos ocho centros han tenido que aplazar el inicio de curso debido a las obras que se están realizando en estas instalaciones educativas. En la provincia de A Coruña, han sido el CEIP Plurilingüe de Palmeira (Ribeira), en Lugo el CEE Infanta Elena de Monforte de Lemos y en Ourense el CEE Miño, que arrancarán el 14 de septiembre.
Por su parte, en Pontevedra, se ha atrasado hasta el 16 de septiembre el inicio del curso en el CEIP Plurilingüe de Baño-Xanza (Valga), Carballal (Marín), el CEE de Pontevedra, CPI A Cañiza, y en el CEIP Xulio Camba de Vilanova de Arousa.
La huelga convocada por organizaciones sindicales recabó un seguimiento del 12,5% de acuerdo con los datos de la Xunta, lo que a ojos del titular de Educación –que valoró el refrendo «contundente» de los servicios mínimos por parte del TSXG– supone una «gran responsabilidad» por parte del personal.
Román Rodríguez ha agregado que el «éxito» fue «mérito absoluto» de los centros y sus equipos, para conseguir una «gran normalidad» en este momento de «enorme excepcionalidad», y ha se ha felicitado por la «buena noticia» de ser «capaces de hacer frente a una situación tremendamente compleja».
SIGUEN LOS PROBLEMAS
No obstante, continúan las quejas y las demandas por parte de padres, profesores y equipos de los centros, por la falta de planificación a la hora de abordar el arranque del curso, con diversas concentraciones a las puertas de los inmuebles para demandar que se garantice la seguridad de la reincorporación. Las circunstancias han llevado incluso a la directiva de escuelas como la de Xove, el CEIP Pedro Caselles Rollán, a presentar su dimisión por la situación generada.
En el CPI Mosteiro-Meis, por su parte, un positivo en el centro dejó cuarentena a todo el equipo directivo, a la orientadora, al conserje y a parte del profesorado, y todavía están esperando los resultados de las pruebas PCR. A pesar de ello, la Jefatura Territorial de Educación insistió en que la escuela iniciase el curso con normalidad, con una directiva suplente, y el propio centro censuró la decisión de la Consellería de mantener el calendario previsto ante la imposibilidad de abrir en las condiciones adecuadas y sin servicio de comedor, que todavía no está adaptado.
Educación ha recordado que cada centro cuenta con su propio plan de adaptación y de contingencia según el protocolo elaborado por la Xunta, y que se esperan un refuerzo docente de cerca de 1.000 profesores. En Infantil y primaria, se pone en marca 158 unidades nuevas, con 240 profesores para estas etapas. Este alumnado estará agrupado en grupos de convivencia estable, en los que podrán relacionarse sin mantener las distancias de seguridad, aunque sí tendrán que utilizar mascarilla.