El programa de cribado preventivo puesto en marcha para los temporeros que en las próximas semanas participarán en la vendimia gallega ha detectado siete casos positivos de COVID-19 de entre las 1.504 realizadas.
Así lo ha explicado este jueves el conselleiro de Medio Rural en funciones, José González, durante la presentación del plan de control de la vendimia 2020, que este año se desarrollará entre medidas especiales de protección para evitar los contagios por COVID-19.
Entre estas medidas, ha indicado el conselleiro, está la realización de un cribado preventivo a cerca de 2.400 temporeros inscritos. De las 1.504 realizadas hasta la fecha, ha confirmado, siete han resultado positivas en coronavirus.
El presidente del Consejo Regulador de Rías Baixas, también presente en el acto, ha comentado que en esta Denominación de Origen ya se está vendimiando en unas 20 bodegas, aunque la mayoría empezarán este lunes, así como que se espera una «buena cosecha en cantidad y calidad». Idéntica previsión, según ha añadido el conselleiro, para el resto de Denominaciones.
Juan Gil de Araújo ha comentado que el efecto en el mercado de la crisis de la covid no ha afectado en ventas a los vinos de Rías Baixas, según los datos que maneja este Consejo Regulador, «terminamos la campaña con una reducción del 12,5%» teniendo en cuenta que en 2019-2020 la cantidad cosechada fue menor. «El daño realmente desde el punto de vista de la calificación no es muy importante», ha valorado.
«En general los temores iniciales que teníamos de que esto pudiese ser una debacle completa pues afortunadamente no se han visto confirmados y esperemos que sigamos así», ha dicho el presidente del Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas.
PLAN DE CONTROL
José González y Juan Gil de Araújo han presentado este jueves en Pontevedra el Plan de control de la vendimia 2020 en las cinco denominaciones de origen vitivinícolas de Galicia, en el que, por segundo año consecutivo, 15 técnicos de la Xunta supervisarán la uva que entra en las bodegas y a qué finca pertenece, una labor que «no suple sino que complementa y apoya los planes de control que tienen todas las Denominaciones de Origen», ha precisado José González.
Así, los veedores de cada D.O. ejercen una labor de auditoría rutinaria, mientras que los técnicos de la Xunta se ocupan de una inspección para vigilar el cumplimiento estricto de la normativa con capacidad de sanción o penalización.
El conselleiro de Medio Rural ha anunciado una inversión de 180.000 euros para verificar la entrada de uvas en las instalaciones, y comprobar si corresponden a los titulares y a las fincas, además de ver las limitaciones de rendimiento correspondientes y así «garantizar la calidad extraordinaria que tienen los vinos» gallegos, ha señalado el conselleiro.
José González ha destacado las «muchas alegrías» que da este sector, que en Galicia tiene una facturación anual de más de 200 millones de euros, que agrupa a más de 13.000 viticultores y a 480 bodegas y, además, «hace territorio en las comarcas en las que se sitúa», ha indicado.
El plan de control va en paralelo a la estrategia de dinamización de las comarcas vitivinícolas que la Xunta en el que participan tres consellerías: Medio Rural, Economía y Turismo junto con las Denominaciones de Origen.