La CIG reclama a la Consellería de Medio Rural medidas de protección «adicionales» tras el positivo de COVID-19 detectado en el servicio contra incendios forestales de una localidad pontevedresa.
La central apuesta, según señala en una nota de prensa, por implantar turnos de 10 horas para reducir los contactos y por grupos de trabajo «lo más estancos posibles».
Asimismo, aboga por una «higienización exhaustiva una vez por día», así como por un sistema de limpieza de los EPI para que el personal no lo tenga que llevar a su casa.
También solicita al departamento que dirige José González «que explique cuáles fueron los pasos que se siguieron en la gestión de esta contigencia».
SERVICIO LOCALIZABLE
Igualmente, no considera «oportuno» el establecimiento de un sistema de prestación de servicio localizable para el personal del servicio «en estos momentos».
De hecho, señala al cambio de los modelos meteorológicos y de la tipología de fuegos, lo que hace «básico» reducir en la medida de lo posible los tiempos de reacción, que durante el confinamiento, advierte, «se incrementaron de forma excesiva».