El uso de mascarilla, la importancia de la ventilación de los espacios y los grupos de convivencia estable, serán aspectos fundamentales en la revisión que planea la Xunta para el protocolo de acción ante la COVID-19 para el próximo curso y que va «en consonancia» con las medidas acordadas este jueves entre el Gobierno central y las comunidades autónomas.
Una de las novedades es que el Gobierno gallego pretende ir más allá en del uso de mascarilla en los centros educativos. Además de su obligatoriedad para todos los alumnos mayores de seis años, que también ha quedado fijado en el acuerdo de mínimos alcanzado en el seno de la conferencia sectorial del Estado, el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, ha avanzado que la Xunta quiere «ampliar» este aspecto en el protocolo autonómico para la franja de 3 a 6, al menos «siempre que sea posible».
El argumento esgrimido es en la consideración de la mascarilla como la «protección mayor» para frenar la propagación del virus y el propio Almuiña ha defendido que se debe recomendar y facilitar esa protección a los niños en la medida de las posibilidades.
Así lo ha trasladado este jueves, junto con la conselleira de Educación, Universidade e Formación Profesional, Carmen Pomar, tras participar en la conferencia sectorial con los ministros Isabel Celaá y Salvador Illa, en la que se ha logrado un acuerdo de mínimos entre las comunidades autónomas para fijar unas medidas compartidas y un protocolo básico para el curso escolar.
Un encuentro que «llega tarde» y «a pocos días de comenzar el curso», ha criticado, pero que considero «muy positivo» al poder alcanzar un consenso entre la mayoría de Gobiernos autonómicos. «Es el momento de establecer acuerdos, de la convergencia y no de quebrar y crear polémicas y discusiones que provocan poca operatividad, poca funcionalidad y mucha confusión en la comunidad educativa».
MASCARILLAS Y GRUPOS DE CONVIVENCIA
No obstante, sí ha esgrimido que las medidas abordadas «vienen a refrendar» muchos de los puntos que ya estaban incluidos en el protocolo gallego del mes de julio y «la mayor parte» de las medidas «están en consonancia con este documento», lo que sitúa a Galicia «en la línea correcta» a la hora de enfocar la adaptación del curso escolar.
Entre ellas ha destacado el uso de mascarilla para mayores de seis años o los test serológicos a profesores y personal no docente, que en la comunidad se llevan realizando «desde hace días» y ya se están completando en algunas áreas.
Los grupos de convivencia estable serán, además, un «concepto fundamental» en este periodo y podrán ser ampliados hasta la etapa de secundaria, y que supondrían la excepción a mantener la distancia de seguridad e metro y medio en el aula. De hecho, «en ningún momento» se ha debatido el tema de la ratio de alumnado durante la conferencia sectorial, ha añadido Pomar.
Todas estas acciones van en la misma línea: la «prioridad de la presencialidad» en los centros y Pomar ha insistido en que el protocolo gallego será revisado «cuanto antes» para adaptarlo a este nuevo acuerdo y a la evolución de las circunstancias sanitarias del territorio. En todo casos se mantiene el calendario previsto para el inicio del curso a partir del 10 de septiembre en infantil y primaria.
MAYOR FINANCIACIÓN
Jesús Vázquez, por su parte, ha incidido en la importancia de que el protocolo estatal tenga «margen para ir mejorando» en función de la evolución y las recomendaciones de los expertos clínicos.
Otro de los aspectos que se han modificado será la toma de temperatura obligatoria a la entrada de los colegios. Finalmente, el texto definitivo dará opción a las comunidades para realizar una encuesta a domicilio para evitar aglomeraciones ante las puertas y evitar que si una persona presenta síntomas «pueda acudir al centro».
Además de la mascarilla, la Xunta ha pedido que se le conceda «mayor importancia a la ventilación de las aulas», incluso por encima de la limpieza de superficies, puesto que la evidencia científica muestra que la mayoría de contagios se producen por vía aérea.
Almuiña ha reprochado además la falta de financiación reflejada en el acuerdo, puesto que todas estas medidas implican un incremento de inversión y el fondo COVID cuenta con previsión para el año 2020, a pesar de que el curso incluye «gran parte» del año 21.
El titular de Sanidade ha añadido que el ministro Illa también se comprometió a definir la guía de aparición de casos en el ámbito educativo, que está «en fase inicial», en el próximo consejo interterritorial de Salud y ha pedido que el documento defina mejor los conceptos de ‘contacto estrecho’, para mejorar la agilidad de actuación ante positivos.
COMEDORES, PREPARADOS
Pomar también ha insistido en que tanto desde la Xunta como del Ministerio consideran que la apertura de comedores debe ser un asunto «prioritario», al menos mientras los centros estén operativos, «sin ninguna limitación» y ha asegurado que muchos tienen ya «todo preparado», como ha comprobado a través de las visitas que ha realizado por la geografía gallega.
También ha lanzado un mensaje a evitar «luchas de color política» y a pedir «consenso» a todas las administraciones y actores implicados, y ha tendido la mano para «asesorar y orientar» a cualquier asociación que lo necesite.
De este modo, la presencialidad del curso será la norma salvo que las autoridades sanitarias digan lo contrario o se proceda a algún tipo de confinamiento. De darse el caso, Pomar ha asegurado se debe poner «en marcha» el paso a la formación telemática, una cuestión que será central en el Plan de Formación de Profesorado.
Tampoco se contempla, de momento, un incremento de personal de limpieza en los centros, y el refuerzo dependerá de las directrices de las autoridades sanitarias. En todo caso, han apelado a no «sobredimensionar» la importancia de este factor, y priorizar la «ventilación» y la vigilancia de los contactos por encima de una limpieza de superficies o materiales «excesivamente exhaustiva».