Un grupo de docentes del IES de Rodeira de Cangas (Pontevedra) ha entregado las 12.000 firmas de apoyo a la campaña «para una vuelta segura en Galicia» a las aulas, conseguidas a través de la plataforma Change.org. El promotor de esta iniciativa, Sérgio Nunes, ha asegurado que ante una «situación excepcional», la Consellería de Educación debería «tomar decisiones excepcionales», comenzando por reducir la ratio de alumnado por aula.
En el caso del IES de Rodeira, que acoge a unas 900 personas, el pasado mes de julio el profesorado de este centro comenzó a valorar «alternativas» para emprender el curso 2020/2021 que permitiesen disminuir el número de alumnos por grupo y curso, pasando de los 30 en ESO y los 33 en Bachillerato a 20 estudiantes por aula. Para ello, con 91 docentes, calcularon que era necesario incrementar un tres por ciento el profesorado.
Además de bajar la ratio, el documento de cinco puntos aprobado por el profesorado se completa pidiendo la dotación de personal docente y no docente, la provisión de las infraestructuras necesarias y el material suficiente «para la realización de las clases con total seguridad», la negociación de medidas pedagógicas y organizativas para una «óptima planificación» del curso y la puesta en marcha de «reformas tecnológicas» en caso de un nuevo confinamiento.
SILENCIO
«Era lo mínimo que había que hacer», ha explicado Nunes, por lo que, «ante el silencio total y absoluto» de la Consellería de Educación, la comunidad educativa inició movilizaciones en Cangas, que se extendieron a otras localidades de la comarca de O Morrazo, como Bueu y Moaña.
Este profesor de Economía ha criticado que el decreto de la Xunta «no fue negociado» con las asociaciones de madres y padres ni con los sindicatos en la mesa sectorial, además de que «a efectos prácticos, no ha cambiado nada en lo esencial». También ha acusado a la Administración gallega de manejar datos «de forma retorcida».
Así, en vez de tener en cuenta la propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que recomienda un metro de separación entre mesa y mesa, «la Xunta mide de centro de silla a centro de silla», con lo que resultan 28 estudiantes por aula frente a los 16 de la OMS.
Sérgio Nunes ha reprochado que el calendario escolar elaborado por la Consellería de Educación se basa en comenzar el curso «como un año más y que ya se verá lo que sucede, como en una situación normal». El impulsor de esta campaña ha calificado de «grave» que la Xunta «delegue en los centros y en los docentes toda la responsabilidad», ha abundado.
«Estamos de acuerdo en que no se van a evitar los brotes, porque aparecerán casos y habrá que cerrar alguna escuela», ha admitido Nunes, «pero no es lo mismo estar en contacto 33 alumnos durante seis horas en un espacio cerrado, que tener grupos estables con 20 o menos de 20», ha explicado. Por ello, ha exigido a la Xunta «medidas claras» para abordar la vuelta presencial a las aulas.
«Es la única forma para compensar las desigualdades sociales en las casas», ha destacado Sérgio Nunes sobre la imposibilidad, para muchas familias, de compatibilizar el trabajo profesional con el cuidado de sus hijos. Así, se ha referido al «caso ejemplar» de Dinamarca y su «apuesta decidida por la educación», al lograr grupos de 10 a 15 estudiantes recurriendo al acondicionamiento de «iglesias, bibliotecas o gimnasios».
Además de las firmas reunidas, la comunidad educativa del IES de Rodeira mantiene otras medidas «de presión», como concentraciones periódicas cada martes a las 21,00 horas. En otras localidades, como Bueu, Caldas o Redondela también han tomado medidas, ha asegurado Sérgio Nunes, argumentando que «las reivindicaciones son las mismas para todos y toda la sociedad», en tanto tener «las escuelas abiertas beneficia a los jóvenes, a las familias y a la sociedad», ha concluido.