Los seis temporeros que han dado positivo por COVID-19 en Castro de Rei (Lugo) están pasando la enfermedad en un edificio distinto al que compartían con otros trabajadores y al que se trasladaron, con la supervisión de las autoridades sanitarias y los cuerpos de seguridad, tras conocerse su resultado el pasado miércoles.
El alcalde del municipio, Francisco Balado, ha explicado que ahora se encuentran en otro piso que también tiene alquilado la empresa para la que trabajan y que la decisión del cambio se tomó para reducir los riesgos de contagio en un edificio en el que convivían con otros temporeros que habían dado negativo.
La situación está «normalizada», puesto que el número de positivos sigue siendo de seis, tras haberse realizado PCR a toda la plantilla de la empresa. Fuentes del área sanitaria de Lugo indicaron este viernes que se han hecho ya 315 pruebas por este brote.
En concreto, estos trabajadores contagiados están en un inmueble en el núcleo de Castro Ribeiras de Lea, en donde siguen estando controlados por las autoridades sanitarias.