El aumento de los recursos humanos y materiales, la mejora de la coordinación sociosanitaria y la potenciación de la Salud Pública son los principales ámbitos de actuación a los que el Gobierno debería destinar parte del fondo de recuperación europeo, según el Sindicato de Enfermería (Satse).
A través de un comunicado, la organización sindical reclama que el Gobierno «priorice la mejora y fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud (SNS)» a la hora de distribuir los 140.000 millones de euros del fondo de recuperación europeo.
En este sentido, Satse recuerda que, en la actualidad, el gasto sanitario con respecto al Producto Interior Bruto (PIB) en España es «absolutamente insuficiente», de ahí que demande que se apruebe «una gran inyección económica en los próximos años hasta que se llegue al 10 por ciento del PIB en 2023 y poder alcanzar así, al menos, la media de los principales países europeos».
Según el Sindicato, uno de los tres grandes ejes prioritarios de actuación es el aumento de los recursos humanos y materiales, tanto en Atención Especializada como en Primaria. En el caso de los profesionales sanitarios, Satse reitera la «absoluta necesidad de incrementar las plantillas de enfermeros y fisioterapeutas y de acabar con la gran precariedad y temporalidad existente».
En lo que respecta a los medios materiales, consideran que se debe propiciar, por ejemplo, «el aumento de las camas de hospitalización y de las camas de Unidades de Cuidados Críticos (UCIs) y la potenciación de las nuevas tecnologías y la transformación digital del SNS para garantizar una atención sanitaria más moderna, coordinada y eficiente».
Otro de los ejes de actuación sería «potenciar y mejorar la coordinación del sistema sanitario con los servicios sociales, con especial atención a todos aquellos recursos asistenciales destinados a las personas más vulnerables, como los mayores, de cara a garantizar en todo caso una continuidad en la atención y cuidados necesarios».
El tercer gran ámbito de actuación sería «la mejora de las políticas y actuaciones en materia de salud pública, así como la red de vigilancia, fortaleciendo las estructuras ahora existentes, tanto a nivel estatal como autonómico, y buscando siempre la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad».
«La pandemia ha constatado que nuestro sistema sanitario tiene graves problemas y deficiencias y que si la sanidad se sobrecarga y satura, el país se para y todos los sectores económicos y sociales se ven afectados muy negativamente, de ahí la importancia de que sepamos aprovechar el fondo de recuperación europeo para construir un SNS más fuerte y cohesionado de cara a posibles oleadas futuras del coronavirus y cualquier otro problema o crisis de salud pública que se pueda producir», concluye Satse.