El Sindicato Labrego Galego ha expresado su «disconformidad» ante las «absurdas restricciones» que «impiden el cuidado de los viñedos de autoconsumo» o esta actividad a un nivel no profesional, al tiempo que ha reclamado medidas de apoyo para el sector del vino durante la crisis del coronavirus.
En la actualidad, han explicado a través de un comunicado, se limita el acceso solo a viñas que están en el mismo término municipal que la persona titular o a cinco kilómetros como máximo, si están en otro ayuntamiento.
Esto, apuntan, «denota un profundo desconocimiento de la realidad gallega», ya que «la especial situación geográfica de los cultivos de vid y la estacionalidad de sus trabajos y cuidados favorecen el hecho de que muchas personas tengan viñedos a distancias muy superiores a las establecidas en la orden de la Consellería de Medio Rural».
Así, el SLG aboga por que «se permita a las personas que tengan viñedos poder cuidarlos y trabajarlos con independencia de la distancia a que se encuentren».
En lo relativo a las personas que se dedican profesionalmente a la viticultura, «uno de los sectores más castigados por el impacto de la crisis» de la COVID-19, el sindicato reclama ayudas y medidas de apoyo para un ámbito «colapsado por el cierre de la hostelería» y que puede «empeorar» en las próximas semanas.
PLAN DE COMERCIALIZACIÓN ONLINE
Dentro del mismo sector, las bodegas inscritas en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Ribeiro contarán en los próximos días con herramientas que les permitan potenciar la comercialización online de sus productos.
Así lo ha anunciado su presidente, Juan M. Casares, que ha avanzado la puesta en marcha de un Plan de Acción de la denominación en los medios digitales, con presupuesto propio, para «promocionar y potenciar las ventas» y ayudar a las bodegas a superar la actual situación de crisis.
Esta acción deriva en origen de las conclusiones del ‘Estudio socioeconómico y Estratégico del CRDO Ribeiro’, presentado en la Arnoia el pasado 8 de febrero y financiado por la Diputación Provincial de Ourense. En ese documento se establecía como una de las debilidades de la Denominación de Origen, el uso de los canales de comercialización online de las bodegas.