Alcoa, el mayor productor estadounidense de aluminio, obtuvo un beneficio neto atribuido de 80 millones de dólares (74 millones de euros) en el primer trimestre de 2020, su primer resultado trimestral positivo en un año. Este comportamiento contrasta con las pérdidas de 199 millones de dólares (184 millones de euros) del mismo periodo de 2019, gracias al impacto positivo de atípicos, incluyendo la venta de activos, informó la multinacional, que acometerá varias medidas de ajuste para hacer frente a la crisis del coronavirus.
Las cuentas de Alcoa entre enero y marzo de 2020 incorporan un efecto positivo de 122 millones de dólares (113 millones de euros) por elementos extraordinarios, incluyendo la venta de la plan de tratamiento de residuos de Gum Springs (Arkansas). Sin tener en cuenta atípicos, Alcoa registró pérdidas ajustadas de 42 millones de dólares (38,8 millones de euros), en línea con las pérdidas ajustadas de 43 millones de dólares (40 millones de euros) del mismo periodo de 2019.
«Si bien registramos un primer trimestre sólido, con un fuerte balance de liquidez, el mundo ha cambiado de manera fundamental debido a la pandemia de Covid-19 y estamos adoptando medidas decisivas para abordar esta crisis», declaró el presidente y consejero delegado de Alcoa, Roy Harvey. «En conjunto, estas nuevas iniciativas con las ya adoptadas, incluyendo la venta de Gum Springs, darán como resultado 900 millones de dólares (821 millones de euros) de liquidez en el año», añadió.
En este sentido, la compañía, propietaria de la planta de San Cibrao (Lugo), anunció el cierre de su fundición de Intalco, en Washington, que emplea a 700 trabajadores y que registró pérdidas de 24 millones de dólares (22 millones de euros) en el primer trimestre. Alcoa asumirá un impacto negativo de 25 millones de dólares en sus cuentas del segundo trimestre en relación con la reestructuración de la planta y las indemnizaciones a la plantilla.
Asimismo, la multinacional continúa la revisión de su cartera de activos para reducir los costes y obtener una rentabilidad sostenible, incluyendo ventas potenciales de activos no estratégicos para generar entre 500 y 1.000 millones de dólares de efectivo a principios de 2021, así como una evaluación de la competitividad de las capacidades de producción existentes.
Por otro lado y en respuesta a la pandemia, la compañía reducirá en 100 millones de dólares (92 millones de euros) sus gastos de capital no esenciales, además de aplazar 220 millones de dólares (203 millones de euros) en contribuciones a pensiones.