El Foro Económico de Galicia prevé un hundimiento de la economía gallega de entre el 5,6% y el 7,4% del Producto Interior Bruto (PIB) por el impacto del estado de alarma a raíz del coronavirus.
En un informe hecho público este miércoles, el Foro Económico fija el impacto del confinamiento entre los 3.500 y los 4.600 millones de euros. Esta horquilla varía en función de cuánto dure el estado de alarma.
Y es que si el estado de alarma termina el 26 de abril –de seis semanas– supondrá una pérdida del 5,6% del PIB, mientras si se amplía ocho semanas hasta mediados de mayo esa caída puede alcanzar el 7,4%.
En un escenario optimista, el Foro Económico estima que es posible que las pérdidas puedan generar un «efecto rebote» por «embalsamiento» de decisiones de gasto en los próximos meses, siempre y cuando la crisis se resuelva pronto y con éxito, con el descubrimiento de tratamientos eficaces hasta que se pueda disponer de una vacuna. Así, se produciría la «ansiada curva» en forma de V.
Sin embargo, el Foro avisa de que la persistencia de las medidas de control en los próximos meses y las restricciones a la movilidad «pueden generar una distorsión aún mayor en la actividad económica». De hecho, no es descartable una segunda oleada de la pandemia, algo que prorrogaría en el tiempo el impacto en sectores como el turismo.
AUNAR ESFUERZOS PARA SALIR DE LA CRISIS
De tal forma, los expertos del Foro estiman que para salir de esta crisis será necesario «aunar grandes esfuerzos» de forma coordinada a «todos los niveles institucionales», internacional, nacional y autonómico.
Remarca que se trata de una crisis «global y simétrica», porque afecta tanto a la oferta como a la demanda, lo que da lugar a tensiones en la liquidez de familias y empresas. El objetivo es que en el segundo semestre se inicie una «paulatina» recuperación tras una «fuerte contracción» en el primero.
En este contexto, advierte el informe, «se necesita un liderazgo fuerte», transparencia en los datos para diseñar las políticas adecuadas y una colaboración estrecha entre los agentes implicados, que transmitan confianza a las familias y a las empresas.