El grupo Securitas ha iniciado la negociación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para sus distintas empresas de seguridad en el país, donde cuenta con una plantilla de más de 18.000 trabajadores, ante el cierre acometido por sus clientes para contener la propagación del coronavirus.
La empresa, que tiene delegaciones en A Coruña, Vigo y Ourense, ya ha comunicado esta decisión a los representantes sindicales para que constituyan una mesa de negociación en el plazo de cinco días, a partir del cual contará con siete días para negociar el número de empleados afectados y las condiciones, antes de presentarlo ante las autoridades laborales.
Según han trasladado a Europa Press en fuentes de la compañía, una «parte significativa» de sus clientes han cerrado los establecimientos donde llevan a cabo su actividad, algo que afecta a Securitas como proveedor de su seguridad.
El objetivo de la empresa es «preservar el empleo» y recuperar la actividad, una vez se levante el confinamiento de la población. Mientras tanto, algunos empleados se verán afectado por este despido temporal, mientras que otros continuarán su actividad en los establecimientos que no se hayan visto afectados por las medidas aprobadas para contener la propagación del virus.
Con arreglo al paquete de medidas presentadas por el Gobierno para minimizar el impacto económico que esta crisis está teniendo en el tejido productivo del país, los empleados que se verán obligados a acogerse al ERTE recibirán la prestación por desempleo, aunque no tuvieran cotizado el periodo suficiente, y regresarán a su puesto de trabajo una vez se normalice la situación.
«El objetivo del Grupo Securitas en España es proteger el empleo de sus trabajadores y la salud financiera de la compañía con la vista puesta en el final de esta crisis», asegura la empresa de seguridad en un comunicado.
Desde la aprobación del estado de alarma en el país para contener la propagación del virus entre la población, la actividad de la seguridad se ha visto muy afectada, tras el cierre de centros comerciales, estadios de fútbol e, incluso, aeropuertos.
Ante este panorama, otras compañías del sector de la seguridad, como Ilunion, del grupo social ONCE, y Prosegur, están estudiando llevar a cabo diversos ERTE y otras medidas como la reducción de jornadas, en función de los cierres que vayan ejecutando sus principales clientes en los distintos sectores en los que operan. Entre las tres empresa, suman en torno a 47.000 trabajadores en la actividad de la seguridad.